La berrea del ciervo que tiene lugar en La Carrasqueta estos días se ha convertido en un atractivo hasta para centro educativos. Y es que la pasada semana un grupo de 25 alumnos con dos profesores del IES Callosa d'en Sarrià acudió de madrugada para disfrutar de este espectáculo único en la provincia, acompañados de agentes medioambientales de l'Alacantí y colaboradores de la Asociación Defensora de los Herbívoros contra Incendios Forestales (Adhif).

A las 6.00 de la mañana estaban ya en la cima del puerto de La Carrasqueta estos estudiantes, que están cursando el segundo curso del Ciclo Formativo de Grado Medio de «Aprovechamiento y Conservación del Medio Natural» y del Ciclo Formativo de Grado Superior de «Gestión Forestal y del Medio Natural».

Desde el centro educativo explicaron que acudieron tan pronto «para poder aprovechar las horas en los que estos animales desarrollan mayor actividad, y hemos estando disfrutando toda la mañana hasta que los animales han cesado de emitir estos sonidos guturales provenientes de los machos del ciervo durante su celo. Por lo que hemos observado, posiblemente estamos en el momento más importante del celo de esta temporada, dada la cantidad de individuos que hemos oído y la de lugares donde los hemos escuchado».

Destacan que «el objetivo de esta visita por nuestra parte es doble. Por un lado, se trata de una especie susceptible de aprovechamiento cinegético, y como tal forma parte de los contenidos que trabajan nuestros alumnos durante el estudio de estos ciclos formativos. Y por otra parte, y no menos importante, estamos muy concienciados de la necesidad de dar a conocer este regalo que nos hace la naturaleza, y que para una gran parte de la sociedad de la provincia es desconocido».

Desde el IES afirman que «con ello estamos seguros de poder ayudar a garantizar la conservación de este espectáculo y su especie, y que el posible aprovechamiento que se produzca de este recurso natural se realice de la mejor forma posible, asegurando en cualquier caso su sostenibilidad, ya que no sólo se debe valorar el aprovechamiento cinegético de esta especie, también se puede tener en cuenta el aprovechamiento de presenciar las diferentes escenas que se producen durante el celo, como los sonidos o las luchas entre los machos, y que son perfectamente compatibles con otras actividades de uso público en la naturaleza, como el senderismo, fotografía de la naturaleza...».

Un espectáculo que los conservacionistas alertan que está amenazado por los furtivos, que tratan de aprovechar esta época de celo, en la que está prohibida la caza, para abatir a los pocos machos que hay. Y también critican la "pésima" gestión de los cotos, sobre todo de caza mayor, y los excesos en la concesión de permisos.