En la era de las nuevas tecnologías, los niños cada vez pasan menos tiempo en la calle y muchos optan por dedicar su tiempo libre a jugar con dispositivos móviles. La realidad virtual ha ganado terreno a los juegos tradicionales, cooperativos, en equipo, a aquellos pasatiempos que transcurren en la calle que, hace años, era el lugar de encuentro. Sin embargo, en pequeños municipios como Busot, los menores continúan utilizando el espacio público como el principal escenario para la socialización, algo que parece que molesta a algunos vecinos y turistas.

Y es que, ante las críticas recibidas por los visitantes y por algunos residentes, el Ayuntamiento ha decidido emitir un bando para prohibir «la práctica de juegos que perturben los derechos d los vecinos o usuarios del espacio público». Según la orden, «está especialmente prohibida la práctica de juegos con instrumentos u otros objetos que puedan poner en peligro la integridad física de los usuarios del espacio público». Es decir, el Consistorio de Busot ha vetado que los menores utilicen bicicletas, patines y otros elementos con ruedas en la vía pública y fuera de las zonas destinadas a tal efecto, así como la práctica de juegos deportivos con balones.

El Partido Popular, grupo que gobierna la localidad de Busot, argumenta en el bando que han optado por tomar dicha decisión restrictiva «debido al incremento de personas que han decidido visitar nuestro pueblo y que pasean a diario por nuestras calles, principalmente por las calles adyacentes a la plaza del Ayuntamiento» y porque «durante estos meses de verano se han generado situaciones incómodas para los vecinos y turistas».

Asimismo, en el edicto se explica que otros de los objetivos de prohibir los juegos en las principales calles del municipio es «evitar accidentes y molestias a los viandantes» y «regular la convivencia cívica y el uso de los espacios públicos establecidos en la ordenanza sobre convivencia ciudadana y prevención de actuaciones antisociales», una normativa que fue aprobada en diciembre de 2011.

Por su parte, el alcalde de Busot, Alejandro Morant, defendió el bando alegando que únicamente se trata de recordar dicha ordenanza y que «no se ha sancionado a nadie». Pero lo cierto es que la normativa recoge multas de hasta 750 euros para aquellos que no la respeten, así como la intervención cautelar por parte de la Policía de «el juego, monopatín, patín o similar con que se haya producido la conducta». «Estamos cuidando la imagen que se da a los turistas y qué menos que mantengamos unas buenas conductas. Las zonas peatonales se han convertido en pistas de fútbol porque antes con los coches los niños no jugaban. Hemos habilitado la plaza de la Generalitat y las zonas polideportivas para jugar», explicó el primer edil del PP.

Pero no solo se prohíben los juegos de los más pequeños, sino también «perturbar el descanso y la tranquilidad de los vecinos» con la realización de «cualquier actividad perturbadura de ruido entre las 22.00 y las 8.00 horas». Así, en esa franja de tiempo no está permitido ni cantar. Difícil lo tendrán aquellos que decidan cenar en los locales de la plaza del Ayuntamiento y pasar una noche de cháchara y risas con familia o amigos.

Entre los vecinos y los hosteleros hay división de opiniones. Esther Zemann, hostelera, manifestó que «es normal que los nenes jueguen en la calle» y que «ahora todo el mundo se queja por todo». Sin embargo, a uno de los empleados del hotel Sierra de Alicante le parece «una medida correcta» porque «hay turistas que se quejan por el ruido».

Para la vecina Elvira Alberola, «los niños molestan bastante, sobre todo en verano cuando tenemos las ventanas abiertas». Pero para Francisca Moreno, residente en la calle Mayor (peatonal), «son los turistas los que más follón arman cantando y bailando hasta las dos de la madrugada», una opinión que también comparte un vecino de la calle Calvario, a quien el bando le parece «mal» porque «siempre se ha jugado en la calle».

Por su parte, Óscar Ripoll, edil del PSOE, cree que el alcalde «se ha pasado de la raya al quitarle la libertad de jugar a los niños». Asimismo, la regidora de EU, Belén Gómez, ha calificado el bando de «absurdo». «Estas acciones son más propias de otros regímenes» ya que «no se puede prohibir hacer uso de los espacios públicos», añadió la concejal de la oposición.