El Ayuntamiento de Xixona ha puesto en marcha por primera vez una campaña para controlar y disminuir la población de palomas en el municipio, concretamente en el Casco Antiguo, donde se ha detectado una abundante presencia de estas aves que aprovechan las casas deshabitadas para su reproducción y que están causando muchos problemas al vecindario en los últimos años.

La campaña, que se ha encargado a una empresa especializada en el control de plagas e higiene, tiene una duración de tres meses y consiste en la instalación semanal de jaulas para la captura de palomas así como en la suelta de aves rapaces en los puntos más conflictivos, para conseguir la dispersión y desarraigo de la población de palomas. El coste final que asumirá el Ayuntamiento es de 3.900 euros.

El informe realizado por la empresa de control de plagas tras llevar a cabo la inspección de la zona concluía que había una presencia excesiva de palomas y que estas provocaban un serio daño a los edificios, tanto por la acidez de sus excrementos como por los problemas que originan al taponar los desagües. Además, también son portadoras de parásitos y gérmenes, y pueden transmitir una enfermedad llamada sitacosis.

El Ayuntamiento ha solicitado la colaboración ciudadana para poder llevar a cabo la campaña con éxito. «Nos hemos reunido con los vecinos del Casco Antiguo para escucharles y analizar conjuntamente la problemática, informarles de la solución propuesta para esta campaña, la cual ya está funcionando en otras muchas ciudades, y solicitarles que nos permitan poner las jaulas en sus terrazas», explicó el concejal de Sanidad, Cristian Sirvent, que también pide que «los propietarios de casas deshabitadas cubran todo tipo de orificios en fachadas y tejados y cierren ventanas y puertas, o bien que instalen malla mosquitera, evitando así que las palomas entren en los edificios y se reproduzcan».