Los bomberos del Consorcio Provincial atendieron ayer un incendio que se originó en un contador de un edificio de San Vicente del Raspeig que provocó una enorme columna de humo negro y tóxico y obligó a desalojar a los vecinos. El fuego se produjo en un cuadro de contadores de la planta baja en el número 17 y 19 de la avenida Ancha de Castelar, por causas que se están investigando y el hecho de que el pasamanos fuera de madera propagó el fuego que llegó hasta la segunda planta, provocando la explosión de algunos cristales y caída de yeso de las casas de las primeras plantas.
El aviso de una vecina y la rápida intervención de los bomberos permitió que el fuego que se producía a las siete de la tarde se controlase, aunque la intervención se prolongó hasta las nueve y media de la noche y fue complicada. La gran humareda de origen tóxico que se generó, según fuentes del Consorcio, obligó a los bomberos a utilizar el equipo de respiración autónoma y a pedir en un primer momento a los residentes que no se movieran de sus casas y salieran al balcón, por la gran columna de humo tóxico concentrada en la escalera del edificio.
Una vez que controlaron el incendio y el humo, desalojaron el inmueble de seis plantas y cuatro viviendas por planta ubicado en los números 17-19 de la avenida Ancha de Castelar.
Los bomberos del Consorcio, cuya sede está en San Vicente, desplazaron tres vehículos, una bomba urbana pesada y un vehículo escalera. También acudió una ambulancia de y otro de jefatura; así como un soporte vital básico y tres patrullas de la Policía Local. Ningún vecino tuvo que ser atendido por intoxicación, aunque una persona impedida fue ayudada y asistida hasta que un familiar se hizo cargo de ella.
La planta baja ha quedado muy dañada y el edificio está sin luz eléctrica y así permanecerá varios días hasta que se reparen los graves daños producidos. Los bomberos recomendaron a los vecinos pasar la noche fuera de sus casas, por la incomodidad de no tener luz y por el fuerte olor a humo que ha quedado en el inmueble.
