Un problema serio de seguridad aérea por el crecimiento de una colonia de buitres en la Sierra de Mariola, que cuenta ya con un centenar de ejemplares. La pasada semana se presentó un escrito en el Ayuntamiento de Alcoy firmado por el aeródromo de Mutxamel, el delegado de España en la Comisión de Aviación General de la Federación Aeronáutica Internacional, el Club Ultraligeros La Montaña, el Aeroclub de Alicante y la Academia de pilotos European Flyers, alertando del peligro de que ocurra un accidente por estas aves rapaces, que se han dejado ver en los últimos meses por Benidorm, Mutxamel o Alicante.

Estos animales, cuando se sienten amenazados o se pasa cerca de sus nidos, se pueden lanzar contra los aparatos con consecuencias fatales, ya que pueden pesar hasta 17 kilos, según afirmó el piloto José Antonio López Vizcaíno, que ha sido el encargado de formalizar este escrito.

Por su parte el edil de Medio Ambiente de Alcoy, Jordi Martínez, anunció a este medio que la próxima semana se va a dar traslado a la Conselleria de Medio Ambiente del escrito para que lo valore y decida si se debe adoptar algún tipo de medida, aunque mostró su sorpresa por esta denuncia y recordó que en la Comunidad hay otras colonias de este tipo, no sólo la de Alcoy, sin que consten problemas similares.

El escrito advierte que «en los últimos años una colonia de buitres leonados se ha establecido en el parque natural de Sierra Mariola, concretamente en el barranco del Cinc. Estos animales salvajes cuentan con un comedero que ha sido gestionado en los últimos años por FAPAS-Alcoy, y el resultado ha sido un aumento exponencial del número de ejemplares en la zona».

Este año el Ayuntamiento de Alcoy ha pasado ha hacerse cargo del mantenimiento de la colonia, «llevando una vez a la semana los despojos de las carnicerías», por la falta de medios de esta asociación.

Numerosos avistamientos

El problema es que «esta colonia está provocando una alarma social, ya que su crecimiento se ha multiplicado y ya se han visto numerosos buitres sobrevolando zonas no controladas y a mucha distancia de su espacio habitual, que supuestamente debía estar controlado. Los animales están modificando a diario sus desplazamientos en busca de despojos o de cualquier otro ser vivo que se encuentren en su camino, más lejanos pero tal vez más accesibles. Los buitres son grandes viajeros con desplazamientos diarios que pueden superar los 100 kilómetros, por lo que es muy fácil avistarlos lejos de sus puntos de cría. Ya hay noticias de avistamientos de ejemplares de estas colonias en las ciudades de Benidorm, Mutxamel y algunas zonas de Alicante, como La Florida y La Albufereta».

Por otro lado, «las alteraciones en los patrones de uso de un espacio controlado por parte de los buitres tienen un enorme impacto respecto de la planificación de ubicación de infraestructuras y establecimiento de corredores de tráfico aéreo. En concreto, el comedero y zona de asentamiento de la colonia de buitres están dentro del espacio aéreo delimitado y controlado por el aeropuerto de Alicante», aunque desde El Altet señalaron a este medio que este aumento de la colonia de buitres no les afecta al volar los aviones comerciales a una altura mucho mayor que las avionetas, y en el aeropuerto ya cuentan con halcones para evitar estos peligros.

El escrito destaca que «las consecuencias vienen siendo dramáticas para la población civil por el gran número de accidentes en vuelos con numerosas pérdidas de vidas humanas provocadas por el impacto de los buitres en vuelos comerciales y privados. Uno de los numerosos ejemplos fue el accidente sufrido el pasado año por un avión privado donde viajaba un matrimonio con sus dos hijas. El avión partió del Aeródromo de Mutxamel y durante el vuelo impactó con un buitre, provocando el accidente fatal con el resultado de muerte de toda la familia en Cuenca. 2016 arroja una cifra de 12 muertos en accidentes de vuelo por causa de impacto de buitre con la aeronave en España».

Responsabilidades

Igualmente advierte que «la responsabilidad civil y penal derivada de la negligencia o inacción en evitación de dichos accidentes, así como el perjuicio que provoca sobre el resto del entorno natural y otras especies protegidas, es de tal calado que entendemos muy atrevida y arriesgada la alteración del ciclo natural de la especie de buitres leonados sin los más estrictos controles. El director del Parque Natural de Sierra Mariola, el concejal de Medio Ambiente de Alcoy y su alcalde están obligados a garantizar el más estricto y riguroso cumplimiento de las normas que garantizan el control de la natalidad y seguimiento de esta especie, ya que están alterando artificialmente su ciclo natural».

Por todo ello, «además de las acciones legales que puedan ejercer los familiares de los accidentados o fallecidos en accidentes provocados por los buitres, nosotros tomaremos las acciones legales necesarias, civiles y penales, si no se resuelve la situación. No obstante, es nuestra intención colaborar al máximo en la solución del problema».