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El Campello

Costas instala una malla de acero para acabar con los desprendimientos entre las calas Mercé y Lanuza

La actuación ha tenido un coste de 120.000 euros y permite solucionar el riesgo inminente de derrumbes que presentaba una zona muy frecuentada por bañistas

Imagen de la malla de acero instalada en el acantilado, con Cala Lanuza al fondo. j. a. rico

El Servicio de Costas de Alicante ha instalado una malla de acero en el acantilado que separa las calas de Lanuza y Mercé, con la que se ha acabado con el riesgo inminente de desprendimientos que presentaba esta zona. A pesar de las indicaciones que alertaban del peligro, esta zona era muy frecuentada por bañistas, sobre todo en verano, por lo que con esta obra acometida por la vía de urgencia se ha mejorado la seguridad en esta parte de la zona norte de El Campello.

Los trabajos se iniciaron el pasado mes de diciembre y finalizaron hace unas semanas. Su coste ha rondado los 120.000 euros y el objetivo era evitar derrumbes provocados por la erosión y la acción del mar. Por ello los trabajos han consistido en el saneo y estabilización de los taludes.

El pasado verano Costas pidió a la Corporación municipal que adoptara las medidas oportunas, manteniendo señalización de advertencia del peligro de desprendimiento, al ser el órgano competente en materia de seguridad en lugares de baño. Pese a esta señalización, la aglomeración el bañistas en la temporada estival es continua, debido a que en la zona baja del acantilado se forma una playa al pie que es ocupada por usuarios de Cala Lanuza.

Este acantilado presentaba «una importante protuberancia, surcado por grandes grietas y con gran riesgo de desprenderse, con el consiguiente peligro para los usuarios de ese tramo de costa, a pesar de que el Ayuntamiento había colocado un vallado de seguridad».

Esta situación de peligro fue constatada y valorada por personal del Servicio de Costas, «debiendo actuarse de inmediato por la escasa compacidad del material que conforma el talud , y por el perfil geológico y la morfología que presenta el acantilado, lo que pudiera producir un riesgo inminente de caída», según informó Costas. La posibilidad de los trabajos se ha visto favorecida porque la parte superior del acantilado se halla libre de ocupaciones que pudieran ser las causantes de los posibles desprendimientos.

Las actuaciones que se han desarrollado entre las calas Lanuza y Mercé han consistido en un saneo manual del talud, retirando los materiales sueltos que pudieran desprenderse durante los trabajos, y la instalación de red de cables y malla de acero galvanizado triple torsión, colocada mediante bulones de fibra de vidrio. Los trabajos los ha realizado la empresa Geobrugg Ibérica, se enmarcan dentro de las obras de emergencia aprobadas por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente.

Costas ha descartado acometer una actuación similar en la playa de l'Almadrava, al considerar que hay un excesivo grado de erosión que impide instalar una mala de acero, por lo que se estudian otras alternativas.

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