Tras los primeros pasos conocidos en la provincia para aprovechar el agua. El Museo Arqueológico de Alicante (Marq) va a realizar este verano una campaña arqueológica en el río Montnegrecampaña arqueológicarío Montnegre, con el objetivo de sacar a la luz la Acequia de los Enamorados, un acueducto romano sobre el que 1.500 años después se construyó el imponente pantano de Tibi. Este canal, con tramos excavados en la roca y que incluía túneles, galerías y puentes, constituye una de las primeras infraestructuras construidas de las que se tienen constancia para aprovechar los escasos recursos hídricos en el campo de Alicante.

La información disponible sobre esta obra es escasa, aunque se cree que partía desde una fuente en Tibi, pasaba por el actual pantano, discurría siguiendo el río Montnegre y llevaba el agua hasta algún punto del actual término de Alicante que no se ha podido determinar, debido al crecimiento urbanístico de la capital.

Anna Garcia Barrachina, arqueóloga responsable de esta campaña, explica que el objetivo es datar con precisión el acueducto, que por los pocos datos existentes hasta ahora se estima que fue levantado entre el siglo I y II después de Cristo. Igualmente se van a realizar sondeos en las zonas donde se han hallado restos en exploraciones del Marq en los últimos dos años, así como prospecciones a lo largo del río Montnegre, en diferentes tramos en los términos de Xixona, Mutxamel y Alicante, para tratar de localizar tramos que hayan permanecido ocultos por la vegetación o semienterrados. En un principio no se contemplar actuar junto a la presa, sino más abajo.

Este modesto acueducto, que se desconoce si era para el riego -lo más probable- o consumo humano, se cree que arrancaba en la fuente de La Alcornia, que hace 2.000 años debía de ser muy caudalosa, y su primer rastro se localiza en la base del pantano. Allí, a los pies de la presa en funcionamiento más antigua de Europa, levantada en el siglo XVI, se puede apreciar la Acequia de los Enamorados. Un canal excavado en el cerro de La Cresta que sale junto a la misma pared de mampostería y sillería del pantano. Se pueden ver allí varios tramos del canal, con dos túneles tallados en roca viva por los romanos, así como escalones esculpidos en la montaña cuyo origen es incierto, y que también podrían pertenecer a este acueducto, así como una segunda acequia en una cota inferior, también tallada en la roca.

Una de las primeras noticias sobre una obra hidráulica en la provincia es precisamente esta acequia, gracias al eclesiástico y escritor Gaspar Escolano, que en 1610 dice, refiriéndose al pantano, que «ya los romanos parece que atinaron en parte el conducto desta agua, tan necesaria para el riego de la vega de Alicante por esta misma canal: porque en ella a un lado, a la mano derecha, se halla por dentro de la peña viva abierta y minada una larga acequia que los vecinos de por allí llaman de los enamorados y debió de durar hasta el tiempo de moros».

Posteriormente aparece en los textos del deán Bendicho en el siglo XVII y en la obra de los padres jesuitas Juan Bautista Maltés y Lorenzo López en el XVIII, donde describen como «el conducto pasa por Montnegre, en parte se encuentran montes minados y en valles y barrancos vestigios de arcos de cal y canto y a la otra parte de la partida que llaman de Casalet a la vista del río de Muchamiel después del cerro de Montnegre quedan todavía dos arcos derruidos y otro cerca del Pantano».

Este verano el Marq tratará de sacar a la luz los restos de esta infraestructura hidráulica, obra de los romanos, que hace ya 2.000 años llevaba desde el interior de la provincia hasta Alicante un bien que sigue siendo ahora igual o más preciado que entonces.