La funcionalidad actual del pantano de Tibi, el más antiguo de Europa en funcionamiento, también fue uno de los temas que ayer se debatieron en las jornadas, a través de Màrius Bevià, que mostró su preocupación por el hecho de que no se estén aprovechando las aguas que almacena. Paco Vidal, presidente de la Comunidad de Regantes, entidad a la que pertenece la presa, y que se encontraba entre el público, explicó que las aguas del embalse no se utilizan para el riego porque cuentan con grandes niveles de salinidad que pueden dañar la tierra en la que se cultiva. Asimismo, Vidal destacó que la capacidad del pantano se reducido de cuatro a dos hectáreas por la acumulación de lodos, y que a pesar de estar ahora lleno tras las lluvias, no pueden usar el agua.