Tras casi dos años clausurada por motivos de seguridad, la ermita de Sant Sebastià volverá a abrir sus puertas. La tercera rehabilitación en 500 años de este templo ubicado en el barrio Sagrada Familia de Xixona ya ha finalizado, lo que ha permitido frenar su avanzado deterioro y solucionar los graves problemas estructurales que presentaba.
La ermita fue cerrada en 2015 ante la aparición de nuevas grietas y el peligro que presentaba, y la actuación que ha llevado a cabo la empresa Symetra, con una inversión por parte del Consistorio de cerca de 200.000 euros, ha permitido garantizar su conservación y reapertura, según fuentes municipales.
La rehabilitación ha puesto de relieve que su estado, especialmente de la cúpula y cubierta, era peor del esperado y sufría un grave deterioro. Una vez que ya ha terminado la obra, está previsto que el Ayuntamiento, dueño del inmueble, la recepcione antes de final de mes. En todo caso quedará pendiente repintar las zonas que así lo requieran del interior de la ermita por parte de la empresa, ya que se ha decidido posponer hasta principios de verano para asegurar que ya está en condiciones óptimas porque en la actualidad todavía hay gran presencia de humedad, debido principalmente por las abundantes lluvias caídas en enero y febrero, coincidiendo con la fase final de la obra.
El mal estado general de las bóvedas y la estructura que soportaba la cubierta de teja ocasionó un replanteamiento de toda la solución prevista para el tejado en el proyecto, ya que se consideró necesario ampliar el sistema de refuerzo previsto a todas las bóvedas de la nave central. Ello, además de evitar todo riesgo de caída, permitió sustituir la solución proyectada de estructura metálica para la cubierta, por otra más tradicional de tabiques cerámicos y tablero de bardos, similar a la existente pero tres veces más ligera, al hacerse los tabiques cada 80 centímetros en lugar de los 25 de la cubierta original.
Seguridad
Este replanteamiento ha supuesto una modificación de medición de partidas ya previstas en proyecto. Además de estas, ha habido otras unidades de medición de proyecto que incrementaron notablemente su cuantía por motivos de seguridad, como el sellado de las grietas detectadas al colocar los andamios y la eliminación y reposición de revestimientos de fachada mal adheridos. Todo ello ha supuesto un incremento de 18.000 euros sobre el presupuesto, que era de 185.000.
Por otro lado, el importe que la empresa ofertó en la licitación para mejoras ( 28.924,75 ?, IVA incluido) se ha destinado principalmente a la restauración de las puertas de acceso a la ermita y a la sustitución de las ventanas; la colocación de un geotextil en la zona de recalce de cimentación exterior; a la mejora de la calidad de las pinturas previstas en el proyecto, el pavimentado exterior del frente de la fachada principal y la eliminación del peldaño de acceso en esta misma fachada; la reparación y pulido del pavimento interior de la ermita; y la instalación de un panel informativo con su historia y procesos de restauración.
Actos de inauguración
El Ayuntamiento ha pedido colaboración a la Asociación de Vecinos del Barrio Sagrada Familia para mantener la ermita abierta unas horas todos los días para ayudar a ventilar el edificio y eliminar el olor a pintura. La concejal de Patrimonio y Cultura, Rosa Arques, destacó ayer que «es de agradecer contar con personas que dedican su tiempo también a ayudarnos a preservar en las mejores condiciones la ermita y de esta manera asegurar que se mantenga por mucho tiempo más». La asociación y el Ayuntamiento están ya organizando actuaciones y actividades para su inauguración, cuya fecha aún no está fijada.
El templo ha estado clausurado desde junio de 2015, tras detectarse nuevas grietas y aconsejar los técnicos su cierre hasta una valoración más precisa de su estado. Eso sí el inmueble,que data del siglo XV, se reabrió durante un fin de semana de forma puntual para las fiestas de la Candelaria de febrero de 2016, tras verificar el estudio geotécnico que el riesgo no era inminente, aunque alertaba de la necesidad de reforma el templo para frenar su gran avanzando deterioro.
