Unos 3.000 vados de El Campello fuera de ordenación al no ajustarse a lo establecido en la normativa municipal, lo que podría comportar según el PP la invalidez de las multas invalidez multas impuestas. Pese a que el Ayuntamiento reguló el funcionamiento de los vados a través de una ordenanza que fue aprobada de forma definitiva en abril de 2014 y entró en vigor dos meses después, desde entonces no se ha hecho nada para ajustar los vados ya existentes al nuevo reglamento. Los que se han puesto nuevos sí que se ajustan al modelo de la ordenanza, que incluye una pegatina donde se concreta hasta cuándo son válidos. Pero el resto siguen igual pese a que la ordenanza establecía un plazo de seis meses para el cambio de todas las placas.

El PP, que impulsó esta ordenanza en el anterior mandato y que fue aprobada con sus votos y los de Decido y PSOE, ha denunciado esta semana la inactividad del cuatripartito formado por Compromís, PSOE, Partido del Campello y Demòcrates en este tema. El edil del PP Rafael Galvañ, anterior concejal de Tráfico e impulsor de la ordenanza, ya advirtió de esta situación en el pleno de julio, sin que se haya abordado hasta ahora. Por su parte David Alavés (Demòcrates), edil de Ocupación de Vía Pública, responsabiliza al PP de la situación, ya que los seis meses de plazo se cumplieron holgadamente dentro del mandato de los populares, en diciembre de 2014, y las elecciones que dejaron fuera de la Alcaldía al PP fueron en mayo de 2015, casi un año después de entrar en vigor de la normativa.

Galvañ explicó que «nos encontramos ante una situación que venimos denunciando en varios plenos. Actualmente existe una desigualdad en los vados, donde conviven las placas de vados fuera de ordenación (más de 90%), placas correctas según la ordenanza y placas que la gente compra en bazares. Todas conviven bajo la pasividad de este equipo de 'desgobierno'».

El regidor recuerda que «en el pleno de julio de 2016 denunciamos esta situación al alcalde Benjamí Soler, un año después de tomar posesión del cargo», contestando el primer edil que «se va a enviar una carta a todos los propietarios de vados para que cumplan con la ordenanza, que les dará un plazo de tres meses para adecuación y actualización de todas las placas», según recoge el acta de la sesión plenaria. Galvañ añade que en el pleno de enero volvió a plantear este problema y «el alcalde nos dijo que no se ha hecho nada y el edil delegado nos contesta 'que lo estudiará'».

El regidor popular lamenta que «a fecha de hoy, siete meses después del pleno en el que lo advertí y casi dos años después de entrar a gobernar no han realizado ninguna gestión, y ya están llegando los problemas», ya que ya hay al menos un recurso ante el Consistorio en el que un multado por aparcar en un vado, en la calle Sant Pere del Carrerlamar, pide anular de la sanción por estar las placas fuera de ordenación, por no ser las que estipula la ordenanza. El PP teme que pueda prosperar.

Galvañ destaca que «cómo va a saber el ciudadano, ante tal desconcierto, cuál es la placa correcta, cómo saben los servicios municipales cuál está al corriente de pago. Nos parece increíble que Alavés dé más importancia a las altas de oficio que a solucionar el problema que ha creado con su pasividad. Esto es una muestra más del desgobierno del cuatripartito».

Por su parte el edil David Alavés explicó a este medio en un escrito que «la ordenanza fue aprobada en abril de 2014 por el PP, y tenían 6 meses para comunicar a los propietarios el cambio de placas para que se recogieran en el Ayuntamiento con el fin de unificarlas, pero no se hizo. El concejal que había dejó de hacerlo. Con la entrada del actual equipo de gobierno se inició el proceso para su actualización». Las nuevas altas se dan con las placas (dos por vado) de la ordenanza, pero aún no se han remitido las cartas a los vecinos para iniciar el cambio de las antiguas.

Necesitan 2.000 rótulos

Alavés afirmó que «uno de los problemas con los que nos encontramos fue la insuficiente cantidad de placas en stock para cubrir las necesidades. Se han pedido presupuestos a varias empresas para que nos suministre las casi 2.000 placas necesarias para cubrir las necesidades del municipio», que se suman a las que ya tiene en stock.

Alavés agregó «no nos pueden pedir que solucionemos en dos días un problema que creó el PP con una ordenanza que no aplicaron en ningún momento», y desde el Ayuntamiento consideran que los recursos por las multas no prosperarán si los vados están al corriente de pago.

Por su parte Galvañ asegura que el Consistorio cuenta con una empresa a la que tiene licitada la señalética, por lo que no entiende que falten placas. Y reitera que durante su mandato, con una carga de trabajo mucho mayor que ahora, sólo tuvo cinco meses para llevar a cabo el cambio, de diciembre de 2014 a mayo de 2015, pese a que la ordenanza recoge en su disposición transitoria que «se dispone de un plazo de seis meses desde la aprobación de la presente ordenanza (entró en vigor en junio de 2014) para adecuarse a las condiciones impuestas en la misma, así como para el cambio de placas de vado».