La depuradora inacabada de la zona norte de El Campello, cuya obra abandonó la Generalitat en 2009 por falta de fondos, le va a acabar costando a las arcas municipales casi 500.000 euros. El abono de este dinero a la Entidad Pública de Saneamiento (Epsar), dependiente de la Generalitat, es imprescindible para desbloquear la conexión de la zona norte con la depuradora de Sant Joan y solucionar así sus graves problemas con las aguas residuales. Por ello, el pleno aprobó ayer una modificación de crédito con el objetivo de afrontar este desembolso.
Si bien una parte de ese dinero se ha enterrado al no haber terminado la estación de saneamiento, de la que principalmente se construyeron los cimientos, hay otra parte relevante que sí se va a poder, en un principio, aprovechar para la solución definitiva. La obra de la Generalitat contemplaba una red de colectores de la que se ejecutaron una parte, y que debe servir para conectarlos con la nueva conducción que debe enviar las aguas residuales de la zona norte hasta la depuradora de Sant Joan, que por otra parte funciona sólo a medio gas. Así, se desmantelarán las obsoletas tres depuradoras que funcionan actualmente con numerosos problemas, y que generan vertidos contaminantes por los que el Ayuntamiento abona miles de euros en multas a la Confederación Hidrográfica del Júcar.
La modificación de crédito fue aprobada ayer por el cuatripartito (Compromís, PSOE, Partido del Campello y Demòcrates) y Ciudadanos, con la abstención de PP y rechazo de EU. Desde el equipo de gobierno recordaron que se ha tenido que acometer esta medida «porque el gobierno anterior del PP no había hecho frente al pago».
La Epsar había advertido que sin resolver el convenio que existía anteriormente para la depuradora y pagar la parte correspondiente a la obra realizada, no se podía firmar uno nuevo para dar una solución a la problemática de la zona norte. Aquel convenio cifraba el proyecto en un coste de 16 millones, de los que el Consistorio debía abonar el 10% (1,6 millones). Pero las obras realizadas antes del abandono fueron por un importe de 4,8 millones, de los que a El Campello reclama el 10%. Los trabajos se paralizaron por la falta de fondos, aunque se justificó después en que ya no era necesaria la depuradora al frenarse el desarrollo urbanístico de la zona.
Cruce de acusaciones
Desde el cuatripartito criticaron ayer el único voto en contra de EU, formación que recordaron «ha denunciado en repetidas ocasiones los vertidos a calas de la zona norte debido a la falta de una infraestructura adecuada. Una vez más, EU demuestra que su intención no es solucionar los problemas del municipio pues en ello se basa su estrategia electoral. EU se muestra frente a prensa y afectados como el partido dispuesto a representar a todo aquel que lo necesite para después, cuando le toca votar para establecer medidas que solucionen dichos problemas, votar en contra. Y vota en contra porque no le interesa que se solucionen los problemas, lo que le interesa es que esos problemas existan de forma continuada porque ahí es donde encuentran los argumentos para criticar al equipo de gobierno».
Por su parte EU recordó que el pasado mes de febrero fue rechazada una iniciativa de su grupo «con medidas para solucionar los vertidos ilegales, que incluía distintas actuaciones a corto, medio y largo plazo, además de solicitar a la Diputación que colaborara económicamente en el proyecto de la Generalitat de construir un colector para desviar las aguas fecales a la depuradora de Sant Joan». Y lamenta que «ahora el Consistorio sale con prisas para el pago a la Epsar antes de 31 de diciembre, pese a que hay informes en contra que consideran que no se debe abonar porque no se ha cumplido el objetivo del convenio, que era solucionar los problemas de los vertidos». El PP se mostró en la misma línea, advirtiendo que si se abona el dinero sin los informes pertinentes exigirán responsabilidades, incluso a nivel judicial si es necesario.
