La antigua fábrica de Antiu Xixona es ya historia. La demolición de esta icónica factoría ubicada en el acceso norte al casco urbano de Xixona, junto al Pont d'Alcoi, ha terminado. Los trabajos ahora se centran en el triturado de los escombros para su retirada, para dejar así diáfano el solar de 3.700 metros cuadrados sobre el que se levantó hace casi un siglo está emblemática turronera bajo el nombre de Vicente Sanchis Mira.

Sólo quedan pendientes dos pequeñas áreas por demoler. Una es el antiguo taller mecánico junto al puente, actuación que se llevará a cabo en febrero, cuando el resto del solar esté completamente limpio. Y la otra está pendiente de que se tome una decisión sobre la caldera de 1962 que se ubica junto a la chimenea industrial del mismo año, que es el único elemento que estaba previsto conservarse de la fábrica. El Ayuntamiento está estudiando si proteger y conservar la caldera como Bien de Relevancia Local (BRL), ya que forma parte de la chimenea y podría salvarse todo el conjunto como vestigio de la industria turronera de hace medio siglo, según explicaron fuentes municipales esta semana durante una visita realizada por la alcaldesa, Isabel López, y las ediles de Cultura y Turismo, Rosa María Arques y María Núñez, respectivamente.

El pasado verano la plataforma cultural Seixona Ancestral reclamó la conservación de la caldera y del resto de la factoría, llegando incluso a forzar la paralización del derribo que realizaba la empresa Alzán Construcciones hasta que la Conselleria de Cultura determinó que no existían elementos arquitectónicos relevantes y desbloqueó su demolición. Esta sala de calderas constituyó una ampliación llevada a cabo en 1962 para dotar a la factoría de una caldera de mayor capacidad que las dos que ya existían, y llevaba aparejada la construcción de la nueva chimenea. Se instaló una imponente caldera de vapor de la firma Babcock & Wilcox, con un depósito subterráneo para 10.000 litros de combustible para obtener 1.800 kilovatios hora de vapor. La chimenea de ladrillo está adosada a la sala de caldera y su altura ronda los 10 metros.

Vestigio del sector

Con esta demolición ha desaparecido uno de los últimos símbolos del sector turronero que quedan en el casco urbano, ya que en las últimas décadas las fábricas se han ido trasladando a los polígonos industriales buscando más espacio y mejores accesos. Esta factoría se levantó entre 1926 y 1928, con varias ampliaciones en los años 40, 50 y 60. En 1966 Sanchis Mira-Antiu Xixona se fusionó con el grupo La Fama, que había levantado en 1965 su factoría en el barrio Sagrada Familia, donde actualmente está la sede central de la turronera. Pese a esta fusión, con la que se constituyó una de las primeras empresas de Xixona entonces, y que se mantiene ahora, la producción de turrones se estuvo compaginando en las antiguas instalaciones de Sanchis Mira como en las nuevas de La Fama. Pero poco a poco la elaboración de turrones fue derivándose a las nuevas instalaciones, mientra que en las de la calle Alcoy se fabricaban productos complementarios relacionados con los frutos secos y aperitivos. A partir de 1976 se destinó a la fabricación de helados de Antiu Xixona, cerrando sus puertas en 1994 tras la crisis económica que azotó al sector entonces. Después la factoría fue empleada para montar muñecas y tras varias ventas, fue adquirida en 2011 por la actual empresa propietaria, Sercolesa, que proyecta levantar cerca de un centenar de viviendas cuando mejore la situación económica.

Parking para la Fira de Nadal

Precisamente el retraso sufrido en el derribo por la paralización de la Conselleria de Cultura, que suspendió los trabajos durante dos meses en verano, ha dejado en el aire la que iba a ser una de las novedades para la Fira de Nadal de Xixona, que se celebra del 8 al 11 de diciembre. El Ayuntamiento ha acordado con la empresa propietaria que se pueda usar el solar en ocasiones especiales como aparcamiento libre, y estaba previsto que se empleará por primera vez para esta feria en la que en turrón y los demás dulces navideños son los grandes protagonistas.

Cada año acuden unas 40.000 personas y se habilitan zonas especiales, como por ejemplo también un solar de la antigua fábrica de El Almendro, y la opción de un parking en la antigua fábrica de Antiu Xixona, muy cerca de la Fira y a su vez en la entrada norte al casco urbano, aliviaría mucho la búsqueda de estacionamiento para los visitantes que acuden a la cuna del turrón.