Al borde de una nueva destitución. Así se encuentra el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig. De nuevo las diferencias y la desconfianza se dejaron ver en el pleno extraordinario en el que se aprobaban los presupuestos para 2017 y que, una vez más, resultó una sesión bronca, llena de reproches. Los hechos y las palabras abocan a una próxima destitución que desde dentro no confirman, y que el grupo municipal popular en la oposición considera que debe de ser una consecuencia tras los reproches que se escucharon en el pleno del jueves, cuando a punto se estuvo de votar un punto que iba a resultar ilegal.
El portavoz socialista, Manuel Martínez, no ocultó su asombro y malestar con su compañera, la concejal de Recursos Humanos, Auxi Zambrana, de Sí se Puede, a quien recriminó «de nuevo, su incapacidad» para gestionar la concejalía y a quien echó en cara que ya son varios asuntos los que el equipo de gobierno y en concreto PSOE y Guanyar han tenido que resolver por ella. «San Vicente y un ayuntamiento como el nuestro no merece una concejal que para gestionar su área necesita la tutela permanente por parte del resto de miembros del equipo de gobierno», reprochaba Martínez.
Y ello a cuenta de la enmienda presentada in extremis a escasas horas del pleno en el que Zambrana retiraba la creación de tres puestos de trabajo, fundamentamente porque contaban con un informe técnico en contra. Un documento que fue preparado por concejales del PSOE y de Guanyar que se lo presentaron a la edil que acababa de incorporarse tras estar varios días enferma. «No terminamos de salir de nuestro asombro por el proceder de la señora Zambrana y más tras oír su intervención», criticaba Martínez durante el pleno, quien recordó a la edil, que un minuto antes había rechazado la absorción del complemento de productividad que cobran los funcionarios por el de complemento específico, que dijo justo lo contrario en la mesa que lo negoció el 24 de octubre.
«La concejal de Recursos Humanos encadena una tras otra actuaciones que en lugar de resolver problemas ocasionan otros más graves y nos aboca a que tengamos que salvarle los muebles», criticaba el portavoz socialista. La desconfianza quedó patente cuando Martínez le preguntó a Zambrana cuál iba a ser el sentido de su voto en el punto que contaba con un informe en contra. «¿Pensaba escurrir el bulto como hizo con la productividad?», recordaba Martínez sobre el voto negativo en el pleno ordinario de octubre de Sí se Puede y de Compromís al pago de la productividad de la Policía Local y otros funcionarios a cuenta de las horas extra realizadas en fiestas. Y ello porque contaba con un informe en contra: «y ustedes dijeron que no iban a infringir la ley», contaba el portavoz socialista.
Efectos colaterales
Martínez advertía de que con la enmienda presentada se ha logrado evitar tomar una decisión «que iba a infringir la ley» y advierte de que va a haber repercusión por ello. «De la misma se derivarán efectos colaterales que pronto se van a manifestar en áreas gestionadas por concejales de su equipo de gobierno».
Desde las filas populares tampoco daban crédito porque consideran que llevar a pleno un punto que iba a ser retirado por la Subdelegación del Gobierno al tener indicios de ilegalidad es bien «ineptitud o que la edil se la intentó colar a sus socios de gobierno», decían. Y a renglón seguido reconocían que, a su parecer, se debe al desconocimiento «e ineptitud» de la concejal.
