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Xixona pone en marcha la tercera reforma en 500 años de la ermita de Sant Sebastià

El Ayuntamiento inicia la rehabilitación del templo para frenar su avanzado deterioro y reabrirlo al culto

Vista exterior de la ermita durante los trabajos de rehabilitación. j. a. r.

Arranca la tercera reforma de la ermita de Sant Sebastià en sus más de 500 años de existencia. Las obras de rehabilitación de este templo de Xixona ya han dado comienzo para frenar su gran deterioro y garantizar su supervivencia. La ermita, cuyo origen se remonta al siglo XV, se podrá reabrir al culto a principios de año tras la actuación que se está llevando a cabo tanto en su interior como en el exterior, siempre que se cumplan los plazos previstos.

El inmueble permanece clausurado desde junio de 2015 por motivos de seguridad, aunque se reabrió durante un fin de semana de forma puntual para las fiestas de la Candelaria de febrero de este año, tras verificar el estudio geotécnico que el riesgo no era inminente, aunque alertaba de la necesidad de reforma el templo para frenar su avanzando deterioro. El presupuesto de la actuación es de 185.000 euros y tras varias semanas de preparativos, montando los andamios en el interior del templo y acumulando materiales y maquinaria, hace unos días han comenzado los trabajos de reforma. Precisamente durante la instalación del andamiaje, que llega hasta la cúpula y ocupa todo el interior, se produjo el desprendimiento de un pequeño cascote del techo sin mayores consecuencias, lo que evidenció la urgente necesidad de acometer esta actuación por parte del Ayuntamiento, que es el propietario del templo.

Los primeros trabajos son visibles en el exterior, con el refuerzo de la cimentación que se están realizando. Se ha abierto una zanja en torno al templo para crear un cinturón de hormigón, de forma que se mejore su base para frenar los asientos. Igualmente también se va a proceder al atado de la parte superior de la ermita para evitar que se siga abriendo, a la reconstrucción de la cubierta en la zona anexa, a la consolidación de los muros con el sellado de grietas y al tratamiento de la humedad por ascensión capilar.

Problemas estructurales

Estas actuaciones fueron las que se recogieron en el citado estudio geotécnico de profesores del Departamento de Construcciones Arquitectónicas de la Universidad de Alicante (UA), junto con otros colaboradores externos, y que concluía que «lo recomendable en este caso es acometer la obra completa, dados los problemas estructurales que presenta».

Este estudio fue encargado por el Ayuntamiento tras clausurar la ermita en el verano de 2015 tras la aparición de nuevas grietas y la petición de los técnicos municipales de que se mantuviera cerrada hasta que se realizara un informe exhaustivo para valorar su estado y reformas a acometer.

La existencia de la ermita está documentada en el siglo XV, aunque su estructura arquitectónica actual de corte barroco podría corresponder a una reforma realizada en 1766. En 1953 fue de nuevo restaurada, tal y como figura en la fachada, y posteriormente se han hecho varias pequeñas reparaciones. La actuación de 1990 se limitó a mejorar los revestimientos e instalaciones interiores, que se mantenían bastante bien, salvo las dos primeras capillas laterales de la derecha según se entra, que tenían manchadas sus bóvedas debido a goteras. Tiene planta rectangular de unos 200 m2, con una sola nave de cuatro tramos, sin crucero y terminada en forma de ábside en la cabecera. Hasta su clausura hace año y medio, era empleada para misas y conciertos. Ahora, ha llegado la hora de su tercera reforma en cinco siglos.

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