Los vecinos de la localidad de Mutxamel podrán disfrutar, por fin, del pabellón cubierto en unos días. Y es que, el proyecto más ambicioso del gobierno del Partido Popular ya es una realidad. Tras un año y dos meses de trabajos y varias prórrogas de obra, el complejo deportivo ya luce totalmente terminado en la calle Els Oms, junto al polideportivo municipal.
Con una superficie de unos 2.500 metros cuadrados, el nuevo pabellón cubierto cuenta con una pista polideportiva reglamentaria de poliuretano en la que se pueden practicar disciplinas como fútbol sala, balonmano, baloncesto y voleibol. Asimismo, se han instalado un total de 280 asientos en una grada elevada, si bien la capacidad máxima del complejo asciende a 480 espectadores.
El nuevo pabellón también cuenta con cuatro vestuarios para los jugadores, dos para los árbitros, dos aseos para los espectadores, una sala de curas y dos almacenes de material deportivo.
La inauguración de la nave tendrá lugar dentro de dos semanas, momento en el que los clubes de Mutxamel y los residentes en general podrán comenzar a disfrutar de las instalaciones, que están conectadas con el polideportivo municipal a través de una rampa.
Según el arquitecto municipal, se ha intentado aprovechar toda la luz natural posible con la instalación de ventanales rectangulares. Además, en la estructura de acero se han colocado focos led y en los vestuarios un sistema de iluminación por presencia. «Hemos intentado que el pabellón sea lo más sostenible posible», explicó el concejal de Urbanismo de Mutxamel, Jose Antonio Bermejo.
Por otra parte, tal y como señaló Bermejo, los trabajadores del polideportivo municipal asumirán la gestión del nuevo pabellón cubierto. Sin embargo, el Ayuntamiento no descarta ampliar el personal en un futuro «si hiciera falta».
Coste
El coste del pabellón cubierto de Mutxamel asciende a un total de 964.289,41 euros, de los que 871,178 euros pertenecen al precio de licitación. Según Jose Antonio Bermejo, el aumento del importe de la obra a casi un millón de euros se debe a la inclusión del 10% del precio de licitación (alrededor de 82.000 euros) «que es lo que permite la ley». «No son sobrecostes, porque los sobrecostes surgen cuando se hacen cosas que no están aprobadas en el proyecto y no se tiene dinero para hacerlas», explicó el edil popular.
Retrasos
El Ayuntamiento de Mutxamel anunció el proyecto del nuevo pabellón en el año 2013, con vistas a que se ejecutara al año siguiente. Sin embargo, los trámites urbanísticos para recalificar el terreno se prolongaron. Finalmente, los trabajos comenzaron en agosto de 2015, momento en el que se firmó el acta de inicio de obra.
A lo largo del proceso de construcción, el Consistorio concedió dos prórrogas a la empresa adjudicataria justificando causas medioambientales. La primera en septiembre de 2015 porque las fuertes lluvias anegaron la parcela impidiendo la entrada de los camiones; y la segunda en febrero de este año por el viento.
Estos retrasos provocaron que el periodo de ejecución, estipulado en cinco meses, se haya dilatado en nueve meses y haya durado un total de un año y dos meses.
