Los vecinos del barrio de El Tubo de San Vicente del Raspeig se sienten orgullosos del barrio en el que viven, aunque les gustaría que algunas cosas cambiaran. A pesar de estar alejado del casco urbano sus residentes se sienten a gusto donde viven, que más parecen las calles de un pueblo de muy pocos habitantes que una barriada. Pero también tienen algunas carencias y problemas que han manifestado al Ayuntamiento. Y una de la que más preocupa a los residentes es que tienen sobre sus cabezas el paso de torres eléctricas de alta tensión.

En una reciente reunión con las concejalas de Urbanismo, Mariló Jordá, y de Medio Ambiente, Nuria Pascual, los residentes pidieron al Ayuntamiento de San Vicente que les ayude para conseguir que esos cables de alta tensión que están sobre sus cabezas estén soterrados.

Los vecinos pidieron a la edil de Medio Ambiente que realice mediciones de las radiaciones electromagnéticas a las que están expuestos al estar muy próximos a la subestación eléctrica que Iberdrola tiene en San Vicente del Raspeig. El Consistorio se ha puesto manos a la obra y está pidiendo ahora mismo presupuestos para poder materializar esa solicitud vecinal.

La concejal de Medio Ambiente señala que antes el Consistorio se había puesto en contacto con Iberdrola que a su vez facilitó los datos de emisiones. «Es un documento, pero realmente no es un estudio», justifica la concejal sobre el encargo que el Ayuntamiento realizará.

La edil adelanta que el soterramiento que solicitan los vecinos ya se trató de llevar a cabo y señala que «actualmente es inviable», y que sería una actuación a acometer a largo plazo.

La posibilidad que les queda a los vecinos actualmente es conocer si están expuestos como temen a un exceso de radiaciones electromagnéticas.

La concejal de Medio Ambiente adelanta que el estudio podrá iniciarse a finales de año o a principios del próximo.