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Un viaje para «Musta»

Vecinos de Mutxamel organizan una colecta para que un senegalés pueda volar a su país

Un viaje para «Musta» David Navarro

Este año, Mustapha no pasará la Nochebuena en casa de Angelita, ni comerá el día de Navidad con Asun y su familia. Tampoco celebrará la Nochevieja con sus amigos de Mutxamel. Este año, Mustapha pasará las fiestas y dará la bienvenida al 2017 en su país de origen, Senegal.

Desde que en 2007 llegase a España en patera tras un viaje infernal de ocho días que compartió con otros 49 tripulantes y en el que murieron varias personas, Mustapha no ha vuelto a ver a los suyos. Este joven senegalés abandonó Dombi con 17 años y sin avisar a su madre porque «era muy duro. La llamé cuando llegue a España», afirma Mustapha, quien también dejó a su padre y a sus dos hermanas en su pueblo natal.

Ya son diez años sin verlos y el contacto con ellos se reduce a un telefonazo semanal de alrededor de una hora. Pero el rencuentro está cada vez más cerca gracias a su familia mutxamelera. Y es que un grupo de amigos ha puesto en marcha una colecta para recoger dinero con el que pagar el billete de avión y los gastos del viaje a Senegal de Mustapha. Una iniciativa que cuenta con el apoyo de multitud de mutxameleros que no dudan en ayudar al conocido y querido cariñosamente como «Musta».

«La gente está respondiendo muy bien porque aquí le quiere todo el mundo», explica Asun García, dueña del bar La Chimenera, que es el punto de recogida de las donaciones. Si bien la hostelera se esfuerza en aclarar que este acto «no es por caridad, sino por amistad. Yo tengo dos hijos y a él lo trato exactamente igual», añade.

Y es que Mustapha, quien reconoce que no es «un tío de hablar mucho», se ha ganado un hueco en el municipio de Mutxamel e incluyo ya hay quien quiere proponerlo como pregonero para las fiestas de Moros y Cristianos del próximo año. De Asun dice que es su «mami» y reconoce que en Mutxamel ha encontrado a una familia que le ha ayudado a mirar hacia adelante y a sobrevivir. «Me han dado dinero, me han dado de comer y hasta me dejan la bici», cuenta Mustapha, quien actualmente trabaja como vigilante nocturno.

Sin embargo, ese cariño que lleva diez años recibiendo de los mutxameleros no ha eclipsado ni un poco las ganas de volver abrazar a los suyos. «Cuando llegue voy a pasar todo el tiempo con mi familia y voy a ayudar a mi padre en el campo», explica con una amplia sonrisa, consciente del poco tiempo que queda para regresar por dos meses a Dombi. «Tengo muchas ganas de verlos», añade.

«Dicen que mi ciudad ha cambiado mucho», asevera, y recuerda que sus hermanas «habrán crecido mucho». Por otra parte, Asunción García explica lo duro que es para Mustapha estar alejado de los suyos. Un sentimiento que sus amigos mutxameleros intentan aplacar recordándole que para ellos es uno más.

Y mientra llega diciembre, Mustahpa Diop seguirá yendo a comer los domingos a casa de Loli, continuará pernoctando en su casa de Virgen del Remedio, hará los «mandaos» de Asun y disfrutará de las Fiestas de Moros y Cristianos en la comparsa Moros del Cordò.

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