Un Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) a dos velocidades en El Campello. Eso es lo que denuncia la Gestora de Asociaciones de Vecinos, ya que los recibos de la contribución que están girando sobre este impuesto en 2016 están mostrando unas cifras dispares.
Pese a que el equipo de gobierno anunció que el IBI bajaría ya para este año -y seguirá bajando en 2017-, lo cierto es que este colectivo y otros particulares han denunciado a este medio una evolución diferente, destacando que en términos generales por ejemplo en el centro urbano el recibo baja ligeramente este año, mientras que en la playa de Muchavista se registran en muchos casos repuntes que llegan hasta los 50 euros.
A este respecto el primer edil Benjamí Soler manifestó que si ha subido el recibo en algunos casos es porque ha aumentado el valor catastral en concreto de esa propiedad, y que para los que ha bajado se debe también a que su valor catastral también ha disminuido. Soler insistió en que en líneas generales el recibo ha bajado por el coeficiente actualizador del Gobierno central al que se acogió El Campello, señalando que prueba de ello es que el Consistorio va a ingresar en este ejercicio por el IBI dos millones de euros menos que en 2015.
Hay que recordar que la revisión catastral realizada en 2007 y que entró en vigor en 2008 está prorrateada a diez años por lo que el valor sube cada ejercicio, siendo el último en 2017, aunque desde 2014 se aplican coeficientes actualizadores rebajan a su vez el valor catastral.
Por ello, el alcalde agregó que si en Muchavista hay más casos en los que sube el recibo, será debido a que allí se encuentran los inmuebles con un mayor valor catastral, y la actualización a la baja que se aplica no llega a compensar la subida que está prorrateada.
Desde la Gestora denuncian el agravio que supone que mientras este impuesto baja en el centro urbano, sigue subiendo por ejemplo en muchos casos en Muchavista, zona donde más salvajemente ha sufrido la escalada del IBI, doblando o incluso triplicando los recibos en muchos casos desde 2007, cuando se realizó la revisión catastral antes de pinchar la burbuja inmobiliaria. Este incremento del IBI ha permitido al Consistorio lograr superávits millonarios en los últimos años y cancelar todas sus deudas con los bancos.
