La procesionaria ha hecho estragos este año y el Ayuntamiento de San Vicente ya en enero se vio obligado a adelantar la campaña de lucha contra esta plaga, que afecta especialmente a los pinos. Ahora, en menos de una semana, el Consistorio ha descubierto que la inquietud de los vecinos también es grande. La semana pasada puso en marcha un programa de entrega gratuita de trampas contra esta oruga y se agotaron la misma semana, por lo que la Concejalía de Medio Ambiente ha decidido ampliar estas entregas. «La demanda ha sido muy alta y se han agotado las primeras 200 unidades que se habían adquirido», reconoce la edil Nuria Pascual, quien ya preveía adquirir más si había muchas peticiones.
La entrega de las feromonas se realiza en la concejalía y el requisito de Medio Ambiente antes de ofrecerlo es que quien se las lleva debe demostrar que es vecino de San Vicente con el domicilio que aparece en el carné de identidad.
El Ayuntamiento también realiza un control biológico de la procesionaria en las pinadas municipales. Nuria Pascual confirma que se dispondrán de feromonas en las pinadas de la Cañada Real, en la carretera de La Alcoraya, y en las inmediaciones del Camí de la Sendera. Y añade que «nos gustaría hacer un llamamiento al civismo, ya que el año pasado muchas de las cajas con feromonas que se instalaron en las pinadas municipales desaparecieron. Esperamos que en esta ocasión se respeten, ya que si no están el tiempo suficiente, pierden su efectividad».
Las larvas aparecen entre los meses de septiembre y enero y es entre febrero y abril cuando se mueven y con sus pelos urticantes provocan alergias e irritaciones en personas y animales.
