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Denuncian la muerte de un galgo tras beber agua en la playa canina de El Campello

Una familia alerta de que el líquido de una zona estancada en la desembocadura del río Seco provocó horas después el fallecimiento por intoxicación del can

Denuncian la muerte de un galgo tras beber agua en la playa canina de El Campello INFORMACIÓN

Una pareja ha denunciado la muerte de uno de sus dos galgos tras beber agua estancada en la playa canina de El Campello hace una semana. Elsa, de dos años, falleció unas 13 horas después en una clínica veterinaria y sus dueños vinculan su muerte a una posible intoxicación por esta ingestión, aunque el Ayuntamiento descarta relación alguna tras realizar analíticas del agua el Institut d'Ecologia Litoral, agregando que una necropsia del can hubiera aclarado lo ocurrido.

Esta familia reclama que se hagan más controles en la zona para descartar esta causa y que otros animales puedan resultar afectados, y desde el Consistorio confirmaron que se volverá a analizar el agua de la zona, aunque insistieron en que no se ha encontrado nada irregular y que todo está correcto.

Los hechos ocurrieron en la tarde del domingo 19 de junio, cuando esta familia acudió con sus dos hijos y sus dos galgos italianos de dos años a la cala de la Punta del Riu Sec.

Anna Baczynska explica que Elsa se dio un baño y después «caminó un poco por la parte izquierda de esa playa canina donde unas rocas separan el mar en dos áreas: la parte del mar abierto con oleaje y la parte delantera con un especie de estanque con poca profundidad, donde el agua no se remueva tan rápido como un mar abierto con olas que vienen y se van constantemente. En un "estanque" así el agua florece y con el calor que hace el agua lo hace con doble fuerza y doble rapidez y entonces todos los microorganismos son aún mucho más tóxicos». Allí Elsa «se quedó caminando por la parte del agua estancada. La he visto dar unos cuantos lengüetazos al mar, y dio unas cuantas vueltas más por allí».

Tras marcharse, unos 40 minutos después, el animal empezó a encontrarse mal, pensando que era por haber bebido aquella agua salada. Tras aparecer diarrea y vomitar «espuma verde» la llevaron a un hospital canino: «La llevamos en una toalla y durante el camino notamos que entró en parálisis general. No tenía fuerzas para moverse, no respondía a los estímulos externos, no abría los ojos y tenía la lengua fuera y la saliva cayendo por otro lado. Tras explorarla y no detectar otros síntomas a parte de claros signos de intoxicación la veterinaria tomó la decisión de dejarla ingresada».

Baczynska agrega que ante la gran preocupación que tenía por Elsa, habló con un biólogo que conoce y «me indicó que todos los síntomas que tenía y la exploración por parte de la veterinaria apuntaban a una intoxicación provocada por unos neurotóxicos marinos tipo diatomeas o dinoflagelados. Me dijo que "son unas toxinas paralizantes que pueden paralizar el diafragma. La tasa de mortalidad es del 6%-8%. Los síntomas empiezan a los 30-60 minutos de ingerir el tóxico. Y las primeras 24 horas son claves, si pasa las primeras 24 horas el pronóstico será buenísimo. Las más preocupantes son las primeras 12 horas, que es cuándo podrá tener insuficiencia respiratoria"». A primera hora de la mañana, unas 13 horas después del baño, le informaron del fallecimiento de Elsa.

Esta familia intentó que se le realizará una necropsia para averiguar el origen, pero el alto coste, al menos 400 euros que podrían aumentar dependiendo de las pruebas, les hicieron descartarlo, al igual que sus propias analíticas, cuyo precio era también muy elevado. Finalmente pidieron al Consistorio analíticas para tratar de aclarar lo sucedido y evitar así que se vuelva a repetir.

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