El Ayuntamiento de Xixona descartó ayer la paralización del derribo de la antigua fábrica de Antiu Xixona, cuya licencia ya está otorgada y cuyos trabajos previos se iniciaron hace semanas. Tras el escrito presentado el miércoles por la plataforma Seixona Ancestral, que se acaba de crear, en el que pedía frenar el derribo y conservar la fachada y la caldera, la alcaldesa Isabel López respondió ayer que la demolición está motivada por los graves problemas de seguridad que presenta por su mal estado. Recordó que el PGOU de 1986 ya contemplaba construir allí viviendas para incentivar el traslado de las fábricas a los polígonos. Y también señaló que el edificio no tiene una relevancia suficiente para su conservación, salvo la chimenea, que está protegida pese a ser de 1962, y se va a estudiar el conservar la caldera. El edificio se levantó en los años 20 del pasado siglo, la actividad turronera acabó en 60 pero siguió con la fabricación de helados y otros dulces hasta los años 90.