Más de 230 horas. Eso es lo que se necesita para llegar a ser un piloto de drones experto. 230 horas de teoría más otras cuantas de prácticas. Y es que el pilotaje de drones se ha convertido en toda una carrera profesional.

El centro de formación aeronáutica European Flyers impartirá, a partir del 23 de mayo en su sede del aeródromo de Mutxamel, un curso avanzado para aprender a manejar estos pequeños aviones no tripulados.

A modo de presentación de estas clases, la empresa celebró durante la mañana de ayer, una jornada de puertas abiertas para mostrar a los curiosos las características de estos aparatos que, como señala el jefe de enseñanza de European Flyers, José María Tatay, «no son juguetes».

Según Tatay, la utilidad de los drones va más allá del terreno audiovisual o de la vigilancia. A través de estas máquinas voladoras se puede medir el estrés hídrico de las plantas, el nivel de índice vegetativo o el grado de acetatos que hay en un terreno. Unas funciones que pueden utilizarse en beneficio de la huerta mutxamelera.

Parece que el manejo de los drones tiene un futuro largo y prometedor. Tatay señala que el 100% de los alumnos que han participado en los cursos que se han impartido en Madrid ha conseguido trabajo. Si bien el aprendizaje y la adquisición de una de estas pequeñas aeronaves no resulta nada económico ya que la formación cuesta 14.000 euros y un dron puede llegar a alcanzar los 90.000.