Cinco años después de estar la depuradora de Sant Joan vertiendo al río Seco agua apta para riego por la falta de una conducción, ya se tiene proyecto y estimación de su coste: 1,7 millones de euros. Una cantidad mucho mayor que la inicialmente se estimaba cuando se puso en marcha la estación depuradora de l'Alacantí Nord, unos 400.000 euros. Pero el agua seguirá corriendo por el río hasta al menos 2017, ya que aún falta por disponer del dinero y ejecutar la obra.
La Generalitat, a través de la Entidad de Saneamiento (Epsar), ya ha concluido la redacción del proyecto necesario para elevar el agua hasta el Pantanet de Mutxamel después de varios retrasos y contratiempos.
El documento contempla la construcción de un depósito en la propia depuradora, un sistema de bombeo y una conducción que lleve el agua hasta el complejo del Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante para su aprovechamiento por parte de sus comuneros. Y su coste es elevado, 1,7 millones, aunque los agricultores confían en una licitación a la baja que reduzca un poco el presupuesto.
En cuanto a su financiación, el presidente de los regantes, Francisco Vidal, afirma que la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Cambio Climático se ha comprometido a incluir la actuación dentro del Plan de Desarrollo Rural (PDR), un programa de fondos europeos para mejorar infraestructuras en el ámbito rural que permite financiar el 70% de la actuación y que se convoca este año.
Para el resto del coste, unos 500.000 euros, la comunidad de regantes buscará recursos para hacer frente a una obra que consideran prioritaria, sobre todo para contar con un caudal constante y de calidad aceptable en verano ante el cierre del trasvase del Tajo.
Vidal recordó que con la puesta en marcha de la depuradora de Sant Joan, las aguas residuales de este municipio, El Campello y Busot pasaron a tratarse en la nueva instalación, lo que conllevó una reducción de la producción de la depuradora de Orgegia, de la que se abastecen los regantes.
Los comuneros llevan años reclamando una solución a esta situación para disponer de entre 1 y 1,5 hm3 al año que ahora se tiran al río Seco, dejando además un caudal ecológico que mantendría verde el cauce. Pero lo que hay ahora es un auténtico vergel por el que han pasado en 5 años unos 5 hm3.
Incumplimientos
Las previsiones de los regantes es que durante este 2016 se quede atada la financiación para poder ejecutar la obra en 2017, aunque en este tema ya se arrastran numerosos incumplimientos. El primero, el convenio que se firmó hace ya una década entre la Conselleria y los regantes y que contemplaba la infraestructura necesaria para abastecerles de agua depurada. Esta obra finalmente se suprimió del proyecto porque lo encarecía, después de que la depuradora costara 33,7 millones.
Lo que sí ha permitido esta deficiencia es que el río Seco a su paso por El Campello se haya convertido en un oasis gracias al agua que lleva ya desde 2011 regando su cauce, que ha hecho crecer abundante flora y ha atraído una variada fauna, generando un corredor verde en una zona muy árida y seca.
