Una avenida, diez pasos, es lo que divide ahora cada miércoles el mercadillo municipal de El Campello de otro, de iniciativa privada, el de Pla Barraques. Ambos se ubican a unos 500 metros de la primera entrada al pueblo desde la carretera N-334, en la vía de Ausias March.
El mercadillo municipal lleva unos 40 años en la localidad, mientras que el de Pla Barraques se puso en marcha el pasado mes de octubre y se instalaba los viernes y domingos. Pues bien, la falta de clientes y de rentabilidad motivó a los comerciantes del mercado privado a cambiar uno de los días de venta y pasar del viernes al miércoles.
Esta modificación se produjo ayer por primera vez y generó un profundo malestar entre los miembros del mercadillo municipal, el tradicional. Youssef Lebrahimi, Rafael Correas, Francisco Romero, José Mora y José Marín, entre otros tenderos del mercadillo de los miércoles, explicaban ayer, minutos antes de recoger sus puestos, que entienden que sus compañeros se «busquen la vida, como todos», pero, afirmaban, «no hay tanto para repartir y nosotros llevamos aquí desde siempre».
«No estamos en descuerdo con que se abra el mercadillo privado otro día o bien los miércoles pero en otra zona del pueblo, donde se dé un servicio a los vecinos, no aquí enfrente», apuntaba José Mora. En este sentido, unos metros antes, Francisco Romero recordaba que El Campello es un municipio pequeño, comparado con otras ciudades como Benidorm o Alicante. «Las clientas siempre son las mismas, si nos ponen otro mercadillo aquí al lado al final vamos a tener que dejar los puestos, y en especial en verano, porque nos matará», sentenciaba este comerciante.
Los tenderos del mercadillo tradicional coincidían en que no están molestos con sus compañeros, al final, decían, «el que gana es el promotor, ya que allí se paga el doble de los que nos cuesta montar nuestro puesto aquí». Por ello, culpan al Ayuntamiento de falta de información y de negarles una semana atrás que el mercadillo de Pla Barraques modificaría sus días de apertura del viernes al miércoles.
«Esto es un puesto de trabajo, llevamos décadas pidiendo un puesto en el mercadillo municipal y no lo amplían, al final tenemos que pagar aquí el doble». Esta es la otra cara de la moneda, la de aquellos comerciantes que como Andrés Sicilia buscan salir adelante a través de nuevo mercadillo de iniciativa privada. Muchos se conocen, coinciden en otras poblaciones y existe una buena relación entre quienes montan su puesto en mercadillo privado y en el municipal. «El viernes no funciona y aguantamos porque sabemos que en el verano podemos ganar una diferencia, ahora no vendemos nada», agregaba. Otro de los tenderos del nuevo mercadillo también señalaba que esta nueva iniciativa se complementa perfectamente a la municipal, «nos conocemos y no ha habido ningún problema», añadía.
Libre competencia
Desde el Ayuntamiento afirmaron ayer que desconocían la intención de la empresa de modificar el día de apertura del mercadillo dado que, al igual que cualquier otra mercantil, no está obligada a informar sobre las jornadas en las que abre su negocio. De esta forma, recordaron que el mercadillo de iniciativa privada tiene una licencia en vigor que le permite abrir sus puertas el día que desee en el ejercicio de la libre competencia. «No podemos prohibirles abrir ya que no incurren en ninguna ilegalidad, vigilamos que cumplan con la normativa vigente».
Por otro lado, desde el Consistorio avanzaron que se están estudiando posibilidades que beneficien al mercadillo municipal, entre ellas, trasladar los puestos de textil a otra zona, pero siempre cercana a los bajos del pabellón donde se disponen los de frutas y verduras. Las mismas fuentes indicaron además que solicitan que haya un clima de cordialidad entre los tenderos de ambos mercadillos.
