Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El fracaso del arrecife artificial de 2003 obliga a regenerar otra vez el Carrerlamar

Costas se compromete a ampliar la estrecha lengua de playa que queda entre la Penyeta y el primer espigón con arena del Clot de l'Illot

El fracaso del arrecife artificial de 2003 obliga a regenerar otra vez el Carrerlamar INFORMACIÓN

Experimento fallido en El Campello. La playa del Carrerlamar mengua cada año mientras la zona del Clot de l'Illot crece y casi llega ya a la bocana del Puerto. Costas se ha comprometido con el Ayuntamiento a regenerar el tramo del Carrerlamar que está adelgazando, y es que esta zona, entre la Penyeta y el primer espigón, viene perdiendo tierra desde la actuación que permitió en 2002 transformar la estrecha playa de piedras en un gran arenal. El novedoso arrecife artificial instalado un año después para impedir la migración de la arena ha sido un fracaso, lo que unido a la dinámica litoral ha hecho que la arena esté siendo llevada hasta el contradique del Puerto, que no para de crecer y amenaza con colmatar la bocana y dificultar la entrada de embarcaciones de gran calado.

El alcalde Benjamí Soler explicó a este medio que Costas va a ejecutar esta actuación en los próximos meses para que la regeneración pueda estar a punto para la campaña turística del verano que viene. Y la misma consistiría en realizar un dragado en el Clot de l'Illot para depositar esa arena unos metros más allá. Es decir, devolverla a su sitio.

La regeneración del arenal realizada entre 2001 y 2003 supuso una inversión de 3,7 millones de euros por parte del Ministerio de Medio Ambiente, una aportación de 400.000 metros cúbicos de arena y una ampliación de entre 40 y 60 metros de la anchura de la playa, incluyendo la construcción de tres nuevos espigones para proteger el litoral de temporales y evitar la pérdida de arena.

Precisamente para frenar la migración de la arena, el proyecto incluía un novedoso arrecife artificial que se desplegó después de que se estabilizara la regeneración. Se colocaron 21 piezas de 21 toneladas cada una bajo el agua para la contención de la arena. Pero este sistema piloto americano, pionero en la Península Ibérica, ha sido un fracaso y no se ha vuelto a usar tras esta primera actuación experimental, según explicaron desde el Institut d'Ecologia Litoral. Estos grandes bloques de hormigón de gran resistencia se instalaron bajo el agua, a unos tres metros de profundidad, precisamente en la bahía entre el Puerto y el primer espigón, ya que se sabía que era la zona más conflictiva por las corrientes.

Barrera de 300 metros

Suponía una barrera de unos 300 metros para proteger la playa y favorecería la proliferación de la fauna marina. Pero desde el aire se puede comprobar que las piezas de 21 toneladas están desparramadas en el fondo marino sin orden ni sentido y la barrera ha fracasado. Debía de reducir la energía de las olas en un 35%, pero no ha funcionado, bien porque los temporales han podido con ella o por otras causas.

El caso es que la playa ha ido menguando a medida que ha ido creciendo la del contradique. En la zona más estrecha hay unos 15 metros de amplitud, frente a los 40 que se lograron alcanzar hace ya más de una década. Se trata además de un punto donde antes de la regeneración el mar llegaba literalmente hasta la pared del paseo marítimo, y el mar poco a poco está recuperando su territorio. Esa arena, debido a la dinámica litoral y las corrientes, ha ido depositándose en el otro lado de esta bahía, en el espigón del puerto, que ha visto como ha ido creciendo el Clot de l'Illot.

Esto ha llevado a que periódicamente se estén realizando, cada tres o cuatro años, dragados de la bocana del Puerto de El Campello, adonde también va a parar esa arena que hace ya 13 años fue traída desde Benidorm y que ha servido para revalorizar el Carrerlamar.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats