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El Campello inicia el curso sin reparar las deficiencias del Rafael Altamira y Pla Barraques

El retraso de la Conselleria en licitar las obras impide actuar antes de arrancar las clases

El curso escolar ha arrancado en El Campello sin que se hayan solucionado las importantes deficiencias que presentan los colegios Rafael Altamira y Pla Barraques. A pesar de que las obras de mejora son una prioridad del cuatripartito y se querían iniciar antes del inicio del curso, según recoge el programa de gobierno de Compromís, EU, Partido del Campello y Demòcrates, ambas actuaciones han sufrido retrasos, según explicó ayer el edil de Educación, Martín Gil.

El Rafael Altamira permanece apuntalado por un problema de aluminosis en la cámara de saneamiento desde hace dos años, ya que sigue a la espera de que la Conselleria de Educación adjudique la obra. Diversos informes en el anterior mandato destacaban que el problema se limitaba a una zona de 10 m2 por las humedades provenientes de los aseos situados encima, y que no existía peligro al estar reforzada la zona con 300 puntales. De cualquier forma, esta obra ya debía haberse realizado el verano de 2014 pero no se efectuó, y lo mismo ha pasado en el periodo estival que está a punto de acabar.

El regidor de Educación señaló que están a la espera de la licitación, según le informó la Conselleria en una reunión la pasada semana, señalando que la obra se podrá llevar a cabo sin tener que paralizar las clases, ya que el problema se ubica en la citada cámara de saneamiento, una planta que separa el colegio del terreno donde se levanta.

En cuanto al Pla Barraques, existía un acuerdo «verbal» entre la Conselleria y el Ayuntamiento para sustituir una cubierta de uralita de un pabellón, pero desde el cuatripartito lamentaron que eso no se había trasladado por escrito en un convenio por parte del anterior equipo de gobierno, lo que ha retrasado su ejecución. El Consistorio se ocupará de retirar el actual tejado, de uralita y por tanto con riesgo de desprender amianto en caso de romperse, por lo que es necesario que esta operación se realice en vacaciones para evitar cualquier tipo de problema con los niños.

Por ello, la Corporación espera poder llevar a cabo esta obra las próximas navidades, y no se descarta que sea necesario retrasar varios días la reanudación de las clases en enero dependiendo del tiempo que requieran los trabajos y de la meteorología. La Conselleria por su parte se ocupará de poner el nuevo tejado tras retirarse la cubierta de uralita.

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