El servicio de recogida de residuos urbanos en Mutxamel y la limpieza viaria en el municipio tienen más de una pega. El servicio se adjudicó en marzo de 2014 y entró en servicio el 1 de enero de 2015 y el ayuntamiento mutxamelero no está de acuerdo con el modo en el que se están haciendo algunas cosas, especialmente aquellos incumplimientos del pliego de condiciones, que suponía un cambio y una mejora sustancial respecto al servicio que se prestaba anteriormente.

Todos los grupos políticos del Ayuntamiento han aprobado por unanimidad abrir un expediente a la empresa que gestiona las basuras y la limpieza viaria y le da diez días para hacer las alegaciones pertinentes «porque están incumpliendo el pliego del contrato», cuentan desde el equipo de gobierno.

Entre los incumplimientos que ha detectado el consistorio mutxamelero destacan el no estar recibiendo los informes mensuales previos a la realización de tareas. Según apunta el Consistorio, la mercantil tampoco está realizando el servicio de recogida de los restos de jardinería y poda a que obliga el contrato que entró en vigor en enero de 2015 y que era una de las novedades del servicio para evitar la acumulación de estos desperdicios junto a los contenedores. Urbaser tampoco está proporcionando al consistorio los tiques de control de pesaje de los residuos cuando son llevados a la planta de tratamiento. Y tampoco se están presentando los informes mensuales en los que reflejan el servicio realizado.

La mercantil tiene un contrato para la recogida de residuos y limpieza viaria de Mutxamel de cuatro años con la posibilidad de prorrogarlos por dos años más. Se adjudicó el contrato por un importe de 1,3 millones de euros y supuso una rebaja de medio millón de euros respecto a la contrata anterior.

El área que dirige el concejal Rafael Pastor ha detectado que «o bien no hay datos o están incompletos» y advierten que ante los incumplimientos se están planteando sanciones que podrían acarrear desde 3.000 euros de multa y hasta 60.000 euros.