Primero fue San Vicente, después Mutxamel y ahora El Campello. Correos va a suprimir el servicio postal en la Zona Norte del municipio, previsiblemente el próximo mes de septiembre.
Esta medida, que se lleva fraguando desde el pasado año, afecta a más de 3.500 viviendas y a pesar de las alegaciones presentadas por algunas asociaciones vecinales, el pasado 23 de abril la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) resolvió a instancias de Correos la eliminación de los envíos a domicilio en ocho zonas: Bonny, Bonanza, Cala d'Or, Coveta Fumà, Els Banyets, La Mercé, l'Amerador y Venta Lanuza.
El PSOE viene advirtiendo desde hace varios meses de la situación en la que va a quedar la Zona Norte con esta medida, un área cuya falta de servicios es ya notable y a la que se va a sumar este recorte. Las resoluciones declaran esas urbanizaciones entornos especiales y anuncia que la entrega del correo se realizará mediando casilleros concentrados pluridomiciliarios. Aunque la medida afecta a más de 3.500 casas, algunas urbanizaciones ya cuentan con esos buzones comunitarios, y también se respetarán los casilleros domiciliarios situados en los bloques de la urbanización.
El número de personas censadas en estas zonas es de más de 3.100 personas, aunque los perjudicados son muchos más, ya que hay muchos residentes que no están empadronados o que tienen allí su segunda vivienda.
La resolución de la CNMC señala que el reparto se realizará todos los días laborales y que los envíos certificados seguirán siendo entregados en el domicilio.
El edil del PSOE, Pere Lluís Gomis, viene desde hace varios meses advirtiendo de esta situación y reclama la necesidad de solicitar una moratoria para la aplicación de esta medida y que el Ayuntamiento dé todas las facilidades posibles a los vecinos para poder recibir su correspondencia, como es la cesión de terrenos para levantar esos casilleros comunitarios y sufragar la instalación de los mismos. Por su parte el alcalde, Benjamí Soler, que ayer tuvo su primera jornada en el Ayuntamiento como primer edil, señaló que estudiarán esta problemática y trataran de buscar con Correos alguna alternativa. El ya exalcalde, Juanjo Berenguer, aclaró ayer que la resolución de Correos se basa en una ley y el Ayuntamiento nada podía hacer, señalando que respecto a la instalación de los casilleros, la coincidencia con el proceso electoral de las resoluciones impidió tomar medida alguna.
Sólo dos colectivos afectados alegaron contra este recorte ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en el proceso abierto el pasado año. Fueron la asociación vecinal Amecove y la Entidad Urbanística Els Banyets, que gestiona esa urbanización. En ambos casos fueron rechazadas. Para aplicar esta medida se requiere que concurran al menos dos de tres requisitos. Que el número de habitantes censados sea igual o inferior a 25 por hectárea, considerando a estos efectos la superficie urbana; que el número de viviendas o locales sea igual o inferior a 10 por hectárea; y que el volumen de envíos ordinarios en el entorno no exceda de cinco envíos semanales, de media por domicilio y en cómputo anual.
En siete de las ocho zonas se daban los tres requisitos, y sólo en l'Amerador perdía uno de los condicionantes, el de número de viviendas por hectárea, aunque en los otros estaba muy lejos de superar el mínimo requerido.
Antecedentes
Este recorte ya que se ha realizado en San Vicente, donde en los últimos años se han ido instalando casilleros comunitarios con la ayuda del Consistorio, y en Mutxamel, donde se eliminó el pasado mes de enero en 16 urbanizaciones a pesar del fuerte rechazo vecinal y de unas movilizaciones que aún se mantienen contra esta medida.
