Contra viento y marea siguen invictos los cerca de 700 festeros que de nuevo se enfundan el traje oficial de Moros y Cristianos en Agost para rendir pleitesía a su patrón, San Pedro Apóstol.

Un año de preparativos, de ilusión y de entrega se concentraba ayer por la tarde en la avenida de Xixona, concretamente en la Casa de Cultura, donde las huestes de la cruz y la media luna se preparaban para protagonizar su primera Entrada Triunfal del año, la cruzada. Para muchos ya son tres décadas desfilando pero la emoción sigue impoluta. Pasadas las ocho y media abría el desfile la comparsa Maseros, seguidos de Contrabandistas, Bárbaros, Vizcaínos Els Preparats, Moros Nous, Moros Negres y Moros Vells. Cientos de aguerridos soldados, damas de la corte, bailarinas, representantes de oficios o señores del medievo daban lo mejor de sí mismos para despertar la admiración de un público muy leal.

Al finalizar el itinerario, una vez alcanzado el auditorio municipal, arrancaba una de las cuatro embajadas del programa de actos, quizá el acto que más está consolidándose dentro del programa oficial, junto a la «cervecita de la Hermandad», prevista para hoy al mediodía.

El cruzado José Manuel Ivorra Marín, y el siervo de Mahoma, Eusebio Román Cantó, deleitaron a los presentes con un parlamento donde cada cual expuso sus términos para hacerse amo y señor del territorio. Como marca la historia, el bando de la media luna izó finalmente su bandera en la ciudadela, un estandarte que ondeará apenas un día, hasta que hoy el embajador cristiano José Evaristo Cartagena Mira reduzca al homólogo moro, Salvador Vicedo Rodríguez, en la Embajada cristiana y expulse a los moros de Agost.

Desde la junta central, formada por 14 miembros de las siete comparsas moras y cristianas, explicaban ayer que lo más importante de estas celebraciones es «el empeño de los festeros por mantener la tradición como siempre pese a la crisis y las dificultades». Inmaculada, su presidenta, recordaba que la «participación juvenil sigue creciendo», lo que demuestra que la fiesta goza de buena salud.

Por su parte, el reciente alcalde de Agost, Juan Cuenca, festero de la comparsa Vizcaínos, agradeció «al anterior equipo de gobierno que dejasen todo organizado para la celebración inminente de los festejos tras la toma de posesión, que era nuestra preocupación», así como a la junta central «su esfuerzo por mantener la tradición». Entre los cargos civiles presentes estaba el diputado socialista Rufino Selva, el alcalde de Tibi, Juanjo Ballester o el presidente de la Undef, Paco López.