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Xixona pide en el juzgado la rescisión de la explotación del hotel de La Carrasqueta

El pleno en bloque apoya la medida por los reiterados impagos, la falta de mantenimiento y el servicio que ofrecen los gestores del Pou de la Neu

Xixona pide en el juzgado la rescisión de la explotación del hotel de La Carrasqueta

El Ayuntamiento de Xixona ha iniciado acciones legales para rescindir el contrato de arrendamiento y explotación del hotel Pou de la Neu para volver a sacar a concurso su gestión. Las razones que esgrime el Consistorio para echar a los actuales explotadores son los reiterados impagos, la falta de mantenimiento de las instalaciones y el deficiente servicio que a su juicio ofrecen. En cambio, desde el hotel aseguraron que parte de los impagos se deben a discrepancias sobre determinadas obras realizadas, ya que aseguran que las instalaciones presentan problemas de construcción que no son achacables al mantenimiento, tarea que afirman cumplen periódicamente, y que su servicio es el adecuado.

Este hotel restaurante se ubica en la cima de La Carrasqueta y constituye la principal oferta gastronómica y hotelera del municipio, en un enclave único que lo convierten en un establecimiento con encanto junto a un nevero que fue restaurado en 1997. El edificio, de propiedad municipal, fue reformado por el Consistorio y su gestión se adjudicó en 2002 a los actuales gestores por 15 años.

El pleno de Xixona aprobó recientemente por unanimidad pedir en el juzgado la rescisión del contrato, ante los supuestos incumplimientos y los intentos fallidos de encauzar esta situación con diferentes reuniones con los gestores en el último año, según fuentes municipales. El Consistorio considera que este enclave tiene un enorme potencial que no sólo no se está explotando adecuadamente, sino que se está incumpliendo el pliego de condiciones del contrato.

El edil de Turismo, Francisco Torregrosa, explicó que «no nos ha quedado más remedio que ir al juzgado por todos los incumplimientos en los que han incurrido, tanto en el mantenimiento y conservación del edificio y del entorno del pozo de nieve, que es un Bien de Interés Cultural (BIC), como por los impagos reiterados y el servicio que se ofrece. Lo hemos intentado de todas las maneras y hemos hablado con ellos muchas veces. Incluso una empresa se interesó por quedarse con el negocio, pero no quisieron dejarlo». Ahora serán los tribunales lo que decidan si esta recisión es procedente y si hay que abonar algún tipo de indemnización.

Sorpresa

Por su parte desde la empresa manifestaron su sorpresa por esta medida, ya que aseguraron desconocer que el pleno había aprobado iniciar medidas legales. Fuentes del hotel afirmaron que «el Ayuntamiento está cometiendo un grave error. No tiene razón». Reconocen que hay algunos impagos, ya que por una parte la crisis económica les ha afectado, pero la mercantil también reclama al Consistorio el pago de diferentes obras de reparación que consideran se no de deben a falta de mantenimiento, sino a problemas de construcción del edificio, por lo que no son achacables a ellos. «El edificio es viejo y tiene deficiencias estructurales que corresponde al Ayuntamiento asumir, no a nosotros. Nosotros hacemos nuestro mantenimiento todos los años, incluso dos veces. Además, el inmueble requiere de mucho mantenimiento por culpa de esas deficiencias, de las que hemos informado a la Corporación».

Desde el hotel también lamentaron la falta de apoyo desde el Consistorio: «Nos hemos tenido ninguna ayuda de ellos, ninguna facilidad. Cuando hemos pedido algo no nos han hecho ningún caso. En cambio la anterior alcaldesa, Rosa María Verdú (PP), subía de vez en cuando, nos ayudaba, nos enviaba gente, nos echaba una mano por ejemplo cuando la nieve bloqueaba el camino. En cambio este Ayuntamiento ha sido incapaz de poner ni siquiera un cartel en la carretera que anuncie el hotel. Ellos han tenido muchos incumplimientos y nos deben dinero. La reforma de la casa la hicieron ellos y no está bien».

El alcalde Ferran Verdú manifestó en el pleno en el que se aprobó llevar a los tribunales la rescisión que «pensamos que el servicio que se ofrece no es el adecuado, hay muchas deficiencias y dado que esta explotación se adjudicó en su día por el pleno, este es el que debe aprobar el inicio de su extinción. Nuestra obligación es que las cosas funcionen, y en este caso no funcionan».

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