Una charla que ofreció un científico en el Instituto San Vicente unas tres décadas atrás tuvo como consecuencia que una de las alumnas que entonces cursaban COU en aquel centro, María Blasco, sea actualmente la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO). Aquella adolescente no tenía claro qué carrera estudiar y estaba valorando dedicarse a una ingeniería cuando aquel científico-cuyo nombre lamenta no recordar- le hizo ver claro , de repente, que lo suyo sería la biología molecular y la bioquímica.

Esta anécdota la relató ayer María Blasco en el IES Número 5, en un acto en el que se descubrió una placa conmemorativa ya que se ha dado su nombre al centro. En la ceremonia estuvo arropada por su hijo, otros familiares y amigos, algunos vecinos de la pedanía alicantina del Verdegás, de donde procede la eminente investigadora.

Además de la comunidad educativa del IES María Blasco, de otros centros sanvicenteros y de la inspección educativa, al acto asistieron regidores y funcionarios de la Corporación. Entre ellos estaba el primer teniente de alcalde, Antonio Carbonell, quien precisamente compartió clase con Blasco en el primer instituto de San Vicente. El edil recordaba ayer que aquella joven ya entonces sobresalía en los estudios respecto al resto, pero además «era una gran compañera».

La científica hizo mención a su paso por el C. P. Azorín, donde «hace 36 añosa acabé la EGB» y manifestó haberse sentido «bastante abrumada» cuando recibió la llamada del director del IES No 5, Domingo Castillo, ofreciéndole dar su nombre a este centro educativo para que su ejemplo sirva de referente para el alumnado.

«Es emocionante, no se me ocurre mayor honor», manifestó la científica, quien expresó su compromiso para «colaborar con el instituto» y contribuir a que los estudiantes conozcan más de cerca lo que es una científica y se despierten más vocaciones en este campo. De hecho, ayer se mostró impresionada por el hecho de que los alumnos le pidieran autógrafos «porque yo no soy un futbolista ni nada de eso y, aunque lo fuera, seguramente como soy mujer tampoco me harían caso».

Por otra parte, alabó el nivel de la investigación en la provincia. «Hay algunos centros buenísimos como el de Neurociencias o el Hospital de San Juan, que es un centro de excelencia Severo Ochoa, lo cual quiere decir que está en la élite mundial», destacó.