Las pesquisas por la destrucción del yacimiento ibero-púnico localizado en El Campello avanzan. El juez que investiga el arrasamiento de este enclave de hace 2.500 años el pasado mes de marzo, cuando estaba siendo tramitada su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), ha imputado a dos personas por estos graves hechos, aunque no ha trascendido su identidad ni su relación con los terrenos, según explicaron fuentes cercanas al caso. Por ello se desconoce si se trata de alguno de los dueños de la parcela donde se ubica este valioso yacimiento, sobre los que se habían centrado las pesquisas en un principio por parte de la Guardia Civil y Policía Autonómica.
Este tema ya había llegado a los tribunales antes del pasado verano, ya que la Conselleria de Cultura ha tenido que exigir judicialmente a uno de los propietarios el permiso para entrar en la parcela y realizar una nueva excavación para evaluar los daños sufridos, ante la falta de colaboración por parte de esta persona, ya que anteriormente se le habían remitido varias notificaciones sin éxito para que autorizara la prospección.
El equipo de arqueólogos que excavó el yacimiento en verano de 2013, trabajos que permitieron sacar a la luz el gran valor de este enclave, ratificaron en el juzgado hace unas semanas la denuncia por la destrucción de los restos del fortín ibero. Por su parte el Consell Valencià de Cultura también ha abierto una investigación sobre estos hechos, exigiendo responsabilidades y considerando que el objetivo de esta acción era frenar la declaración como BIC que se tramita desde el pasado año, y que sigue adelante.
Hay que recordar que los dueños de la parcela, que en su día autorizaron la excavación antes de saber el gran valor del yacimiento, aseguraron desconocer lo sucedido en marzo, mientras que el Ayuntamiento ha suspendido cualquier tipo de actuación o licencia en la zona hasta que la Conselleria se pronuncie al respecto.
Iniciativas
Del mismo modo, los arqueólogos presentaron la pasada semana un estudio sobre el yacimiento, «Aigües Baixes y el control del litoral costero en la Contestania ibérica», en el Seminario Internacional Frontera y Fortificación que organiza la Cátedra de la Universidad Complutense de Historia Militar en Madrid. Y también han elaborado una propuesta de restitución del fortín, con una serie de ilustraciones que muestran cómo podía ser este enclave hace 2.500 años, cuando se levantó junto al Barranc d'Aigües, donde 500 años después pero en la otra vertiente se construyó la Torre de Reixes, aún en pie pero muy deteriorada. La propuesta virtual de restitución se puede ver en la web que han creado los arqueólogos sobre el enclave, www.aiguesbaixes.wix.com/elcampello.
Para la reconstrucción que se ha propuesto para Aigües Baixes, los arqueólogos han tenido una fuente visual fundamental. Se trata de una serie de pinturas en ocre rojo que decoraron algunos hipogeos -bóvedas subterráneas que en la Antigüedad se usaban para conservar los cadáveres sin quemarlos-. Las tumbas y las decoraciones han sido fechadas por los ajuares funerarios a lo largo del siglo IV a.C.
En el estudio se destaca que «la destrucción se encuentra en los canales judiciales que merece este atentado al patrimonio, y confiamos, tal vez con cierta inocencia, que el proceso debe terminar con una reparación de daños que incluya la completa excavación de los restos todavía existentes: sería la mejor manera de divulgar científicamente un yacimiento único en la costa mediterránea peninsular y para el que se vislumbra un papel histórico significativo». De momento, están a la espera de poder valorar los daños sufridos con otra excavación.
