El esfuerzo de meses de trabajo y pasión por la fiesta de las capitanías mora y cristiana deslumbraron ayer a los miles de vecinos, visitantes y festeros que se acercaron a la avenida Carlos Soler a presenciar el acto central de las celebraciones patronales de Mutxamel. Puntuales, la comparsa Templarios, que ostentó la capitanía el pasado año, abrió el desfile sobre las 19.00 horas. A continuación, las comparsas de la cruz Maseros y Piratatas completaron el desfile para dar paso a los capitanes, la comparsa Contrabandista, que este año además cumple su 140 aniversario. Con más de 200 miembros y 18 escuadras, sus característicos trajes andaluces cautivaron la mirada del público. Las costumbres del pueblo Contrabandista gitano, en la que destacaba la doma, la montaña y los bailes, protagonizaron la primera parte del boato cristiano, mientras que la brujería, las habilidades circenses, la magia y el fuego, característicos del pueblo Zíngaro, cerraron la representación de la capitanía. Las impotentes carrozas, hechas por los mismos festeros, ensalzaron la figura de la abanderada, Loreto Alemany Martínez, y de los capitanes, Héctor Alemany Alemany y Mercedes Martínez Cortés.

El bando de la media luna irrumpió en el desfile con el espectacular boato de los capitanes, la comparsa Zegríes, los más jóvenes de la Fiesta, que llegan a 2014 con apenas 25 años de historia. Precisamente los orígenes del pueblo que da nombre a esta comparsa fue la temática elegida para representar el boato de los moros, también realizado por los propios festeros. Guiados por la media luna, el boato reflejó la travesía por el desierto de los Zegríes y los innumerables obstáculos con los que se encuentran hasta llegar a la conquista de Mutxamel. Los ritmos de batucada del inicio se mezclaron más tarde con la solmene música festera y entre las escuadras destacó la guardia negra, formada, tal como cuenta la historia de la comparsa, por los guerreros más valerosos y fieles al capitán.

A mitad de la entrada de la capitanía, el abanderado, José Megías Verdú, realizó su aparición triunfal en una carroza dominada por elementos del desierto. Los asistentes, espectantes, esperaron hasta el final del boato para dar la calurosa bienvenida a los capitanes, Salvador Bernabéu Sánchez y Vanesa Rubio Castillo, que se sumaron al desfile pasadas las 21.00 horas. A continuación, las comparsas Xodíos, Abencerrajes, Moros del Cordó y Els Pacos cerraron uno de los actos más esperados durante todo el año en el municipio.

«Este año destaco sobre todo el gran esfuerzo de ambas capitanías, que desde abril trabajaron en la creación de todos los elementos del boato y nos han ofrecido un gran espectáculo», afirmó ayer el presidente de la Comisión de Fiestas, Pedro Miguel Planelles. En el palco oficial, junto al alcalde, Sebastián Cañadas, y miembros de la corporación, se encontraba la consellera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, el director general de Turismo, Sebastián Fernández, y alcaldes de otras localidades como el de Busot, Alejandro Morant, de la Torre de les Maçanes, Cristóbal Sala, o El Campello, Juanjo Berenguer.

Las fiestas continuarán hoy, a partir de las 11.30 horas con el desfile de todas las comparsas y, a continuación, la Embajada de los Contrabandistas, este año si cabe más singular al ostentar esta comparsa la capitanía cristiana. Por la tarde, se desatará la guerrilla en la avenida Carlos Soler y las huestes de la media luna avanzarán hasta conquistar el Castillo. El desfile de las comparsas desde la fortaleza, a partir de las 20.30 horas, culminará los actos de mañana.