La Generalitat ha elegido Xixona para estrenar el modelo de clúster agroalimentario por su tradición y conocimiento en el sector del turrón y por su conocimiento y uso de la tecnología. El presidente de la Generalitat apostaba por generar clúster para mejorar la oferta y «ser más atractivos a la hora de captar inversiones» y ponía el acento en la necesidad de idear nuevas fórmulas para generar riqueza y empleo. Y sobre todo, la necesidad de vincular la innovación a la empresa y la industria.

El conseller Máximo Buch destacó las comunicaciones como la autovía, el puerto y el aeropuerto de Alicante. Pero el presidente de la Generalitat dejó en el aire las peticiones y preguntas que en su turno de palabra hizo el alcalde de Xixona, el socialista Ferrán Verdú, quien reclamaba la mejora de las infraestructuras porque «las empresas quieren reducir los tiempos de comunicación».

Tampoco hubo oportunidad de preguntarle al presidente de la Generalitat si este apoyo a la implantación de nuevas empresas llega también con un plan de mejora de las infraestructuras. Especialmente la carretera CV-800 por la que tienen que circular todos los vehículos que suministren o se lleven mercancía de esta planta logística y que genera accidentes. La responsable de prensa comentó que «hoy no toca», a pesar de que la reclamación que le hizo el primer edil durante su alocución fue muy clara. La jefa de prensa le emplazó para una nueva visita al municipio para atender dichas reclamaciones.

Verdú explicó minutos después que es consciente de que el proyecto es muy caro, pero emplazó al Consell a estudiar al menos una primera fase del desdoblamiento de la CV-800 con carriles de adelantamiento.

El «no» velado a la incineradora

No fue necesario nombrarla directamente. El alcalde de Xixona se refirió a la particular batalla del municipio contra la posible instalación de una planta incineradora de residuos y pidió «sensibilidad». Verdú solicitó «que determinadas actividades no afecten».