Después de varios meses paralizada, sin vallar y sin vigilancia, la urbanización del polígono industrial del Rodalet empieza a degradarse. La zona presenta una imagen de abandono, con trabajos a medio hacer, zonas donde el asfalto ha comenzado a saltar y crece la maleza. Además, los ladrones han robado las rejillas de los imbornales, otros metales e incluso el interior de las cuatro casetas de transformación, que llegaron a albergar okupas. La situación ha sido denunciada por Esquerra Unida, que lamenta el retraso en habilitar esta nueva zona industrial planificada para atraer nuevas empresas a la localidad. Mientras, el equipo de gobierno marca un nuevo plazo para el fin de las obras, principios del mes de mayo, y atribuye la paralización a que la urbanizadora espera un permiso del Ministerio de Fomento para instalar el tendido eléctrico.
El PAI del Rodalet se inició en el otoño de 2009 y debían terminar a finales de 2010 pero ha estado paralizado en varias ocasiones. Los vecinos de la zona aseguran que por allí no aparecen obreros desde hace meses, salvo los que ahora llevan un par de semanas reparando los daños producidos por los robos.
Ante la queja de los propietarios de parte del suelo al Síndic de Greuges por estos retraso, el concejal de Urbanismo contestó que se había exigido al urbanizador el fin de las obras y que estaba previsto para mediados de este mes.
Mientras, por el camino del Rodalet siguen transitando vehículos y peatones ya que el recinto no está cerrado. Cualquiera de las personas que pasean podría meter el pie en alguno de los huecos de las alcantarillas ya que las rejillas que los cubren han desaparecido. Algunas tienen encima barreras de plástico pero otras están totalmente desprotegidas.
Quejas de los comerciantes
En la calzada hay sólo una capa de asfalto y sobresalen las tapas metálicas de forma peligrosa para los motoristas, mientras en la parte más cercana a Villafranqueza el camino es de tierra. Vicente Camarasa, de la taberna «El Oso» y Miguel Segura, de una fábrica de hielo, lamentan las molestias que les causa el polvo que levantan continuamente los vehículos al circular por allí. «Se mete por todos los sitios y ahora que viene el verano va a ser peor», apunta Camarasa.
Gerardo Romero, concejal de EU, muestra además un tramo donde las obras están muy retrasadas debido a que hay un muro que corta el paso. La portavoz de su grupo municipal, Mariló Jordá, criticó ayer «la falta de respeto del concejal de Urbanismo -Antonio Carbonell- hacia la institución de la Sindicatura de Greuges, ya que dijo que esto se iba a acabar a mediados de este mes y dudamos incluso que se terminen las obras antes de que acabe el año».
La edil reprochó al PP que «este PAI no sea prioritario, como lo han sido las urbanizaciones para construir viviendas, pues en Esquerra Unida apostamos por un modelo productivo que favorezca la creación de empleo habilitando suelo industrial». Jordá exigió que «al menos asfalten para no perjudicar a los negocios de la zona» y criticó que la urbanizadora sólo haya contratado vigilancia tras el robo.
Sin embargo, desde la Concejalía de Urbanismo replicaron ayer que este robo se ha producido «como ocurre en muchos otros sitios». Precisamente por este motivo, apuntan, la urbanizadora no ha instalado el cable del alumbrado y el sistema eléctrico hasta que reciba autorización, ya que pretende encender la luz nada más obtener el permiso para así evitar robos. El concejal expresó su compromiso de acabar el asfaltado en la última semana de abril y finalizar las obras en mayo. Desde su área se atribuyeron los retrasos a que los terrenos «son de muchos propietarios y la obra ha tenido muchas vicisitudes, como todas».
