Las proximidades del apeadero del tren y el entorno de la facultad de Educación fueron las zonas elegidas ayer por la Brigada Azul para empezar a vigilar el cumplimiento de la ordenanza de animales de San Vicente. Los miembros de la Protectora de Animales que la integran estuvieron recorriendo por la mañana, al mediodía y por la tarde los puntos del municipio donde más animales se concentran con el fin de informar a sus dueños sobre la obligatoriedad de recoger los excrementos, la necesidad de que los perros vayan atados y, de paso, ofrecer asesoramiento por ejemplo en cuestión de enfermedades.

«De momento la gente está siendo muy educada y les parece muy bien la iniciativa. Casualmente, la mayoría de las personas con la que hemos topado llevaba la bolsita», explicó Mar Castillo, miembro de la brigada. Ayer estuvieron acercándose a los ciudadanos que iban paseando perros para entregarles un folleto informativo y recordarles algunas de las reglas que deben cumplir, como vacunarlos, registrarlos y llevarlos desparasitados. Esta labor la realizarán dos días a la semana, de momento durante un mes. En principio se limitarán a informar pero, si detectan alguna actitud reincidente, alertarán a la Policía.

El presidente de la Protectora, Raúl Mérida explicó que en San Vicente, donde hay registrados 10.400 canes, «hay muchas quejas por parte de los ciudadanos debido a que aún hay mucha gente que deja al perro suelto. La idea, además, es que San Vicente sea una ciudad limpia» ya que hay aún muchos lugares problemáticos por la cantidad de heces que se quedan esparcidas por las calles.

Los dueños de mascotas que sí las recogen son los primeros interesados. «A mí me parece genial porque la gente nos mira mal a los que somos responsables por culpa de otros», indicaba ayer Mónica Beltrán, una de las ciudadanas a las que asesoró la Brigada. Lo mismo opinaba Ismael, el joven dueño de un caniche quien lamentaba que «todavía haya que decir estas cosas».

La concejal del área, Mercedes Torregrosa, recordó que «la labor informativa de la Brigada Azul es un complemento al trabajo de vigilancia que realiza la Policía Local, que es la que tiene capacidad sancionadora». La multa por no recoger los excrementos es de 200 euros. La edil recordó también que «el Ayuntamiento está realizando un esfuerzo» para habilitar nuevos pipicanes y zonas de libre paseo de mascotas.