Más de medio año ha pasado desde que el crematorio de Sant Joan d'Alacant iniciara su actividad en el municipio entre quejas vecinales y las promesas del alcalde, Manuel Aracil, -incluso ante notario- de que no permitiría la apertura del horno. Siete meses, desde julio de 2013, en los que la Plataforma Anti Crematorio ha reiterado su rechazo a la instalación por las «emisiones altamente contaminantes». Un rechazo que se intensificó cuando salió a la luz el informe de impacto de salud elaborado por la Conselleria de Sanidad en el que, entre otras cosas, se emplazaba al grupo ASV a implantar una serie de mejoras -aprobadas por Medio Ambiente- y, tras su aplicación, medir las emisiones del horno. Sin embargo, fue ayer cuando, después de varios tiras y aflojas entre la empresa y el equipo de gobierno, se dio el primer paso del proceso con la colaboración de ASV.

La empresa SGS Tecnos, catalogada como Organismo de Control Autorizado (OCA) por parte de la Generalitat, accedió ayer entre las 10 y las 11 horas al crematorio para instalar los dispositivos con los que se procederá a realizar las mediciones, que se llevarán a cabo a partir de esta mañana. Está previsto que se tomen muestras a las 11 y a las 17 horas de hoy. Los técnicos municipales de Sant Joan, dos técnicos de la Conselleria de Sanidad y uno de Medio Ambiente estarán presentes a lo largo del proceso.

El primer paso ya se ha dado. Además de instalar la maquinaria necesaria, ayer se calculó la humedad, la estratificación y la homogeniedad de los gases. Unos niveles que deben situarse dentro de unos «parámetros» para garantizar la calidad de las emisiones, según explicó ayer el director de comunicación de ASV, Víctor Humanes. Una condición que sí se cumple, según los resultados obtenidos.

No hay que olvidar que, a pesar de que ayer la empresa no obstaculizó el procedimiento, hace unos días emitió -a través de una carta al Ayuntamiento- una serie de condiciones que debía cumplir el procedimiento para ser «legal». La presencia de un técnico de la Conselleria de Medio Ambiente era el requisito principal. De hecho, el grupo ASV llegó a exponer en su misiva que el resto de los técnicos no eran «imprescindibles». Por otra parte, miembros de la mercantil Marsan, también reconocida como OCA por la administración autonómica, estarán presentes a lo largo de todo el proceso, a petición del grupo ASV, para vigilar las operaciones de los técnicos de SGS.

El Ayuntamiento no quería dejar ningún cabo suelto y, por ello, el edil de Urbanismo, Santiago Román, aprovechó el pasado jueves una visita a Valencia para confirmar con el director general de Calidad de Medio Ambiente la presencia de un técnico procedente del citado departamento. Román también contactó con el director territorial de Sanidad de Alicante con el mismo fin. Finalmente, ambas consellerias estarán representadas en el proceso de control. «Hemos hecho lo que ya se había comunicado. El consistorio tienen la potestad de medir las emisiones», recalcó el regidor a la vez que resaltó que, pese a que en un primer momento ASV se resistió, ahora la empresa no ha puesto ningún impedimento.