El Ayuntamiento de San Vicente busca alternativas para acabar con los excrementos de animales en la vía pública, una de las principales quejas vecinales. Tras la modificación de la ordenanza de tenencia de animales hace dos años, los dueños de las mascotas parecen no haber tomado nota y obligan al Consistorio a volver a recuperar medidas para concienciar a los propietarios de perros que no recogen las heces de los canes de la vía pública.

Así, a partir del 11 de febrero, según avanzó ayer la concejal de Sanidad, Mercedes Torregrosa, volverá a las calles del municipio la Brigada Azul, compuesta por miembros de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Alicante y cuya misión será concienciar a los dueños de la obligación de recoger los excrementos de las calles y mantener a sus mascotas en condiciones.

Torregrosa afirmó que «la labor informativa de la Brigada Azul será un complemento al trabajo de vigilancia que realiza la Policía Local, que es la que tiene capacidad sancionadora, y se sumará a otras acciones como la reedición y distribución de un folleto informativo sobre las multas previstas en la ordenanza municipal de tenencia de animales y los lugares habilitados por el Ayuntamiento para el libre paseo de mascotas y de pipicanes».

«El Ayuntamiento de San Vicente está realizando un esfuerzo para habilitar nuevas zonas donde los dueños puedan llevar a sus animales y ya tenemos cinco espacios de libre paseo de mascotas en el Parque Norte Canastell, a espaldas del campus universitario, en la calle Villafranqueza, en el carrer de Les Flors y el último en la calle La Huerta», subrayó la edil del área.

Pipicanes

Además, el Ayuntamiento habilitó recientemente nuevos pipicanes en diversos puntos del municipio, tres de ellos ubicados en la avenida Vicente Savall y el resto en la plaza Alcalde Gabriel Molina, junto a la iglesia del barrio Santa Isabel, el Boulevard l'Almàssera, el Passeig dels Carreters y también en la Ronda Oeste.

La ordenanza de tenencia de animales domésticos en el entorno urbano contempla sanciones de 200 euros por el incumplimiento de la obligación de recoger las deposiciones de los animales o no depositarlas en los contenedores habilitados, además de por permitir que el animal orine sobre el mobiliario urbano. Además, sanciona con 300 euros a los dueños de mascotas que dejen a los animales orinar o defecar en áreas de juegos infantiles. En el último año, tan sólo se interpusieron dos multas por este tipo de conductas.