Una cena de amigos celebrada después de las últimas fiestas fue el origen de la recién constituida comparsa Navarros, la décima del bando de la cruz. Con ella ya son veinte las agrupaciones integradas en la Federación de Moros y Cristianos Ber-Largas de San Vicente del Raspeig.

Con el panorama actual suponía un enorme reto crearla y, sin embargo, sus miembros lo han conseguido adaptándose a la situación de muchos ciudadanos y abaratando costes. «Desde el punto de vista económico somos una de las comparsas más asequibles. Hay descuentos para las familias y, cuantos más miembros sean, más barato le resulta a cada uno», explica su presidente, Juan Jiménez Olmedo. Para ello han prescindido de gastos superfluos como el mantenimiento de una kábila o cuartel durante todo el año «porque había que hilar muy fino para cerrar el presupuesto», señala el representante.

Los impulsores de los Navarros calcularon que el alquiler de un local podía costarles entre 500 y 600 euros al mes, lo que sumaba unos seis o siete mil euros al año. Por ello, en lugar de disponer de una sede permanente optarán por alquilarla durante un mes o dos como máximo.

Además, de momento tampoco alquilarán traje, sino que en este primer año desfilarán con el oficial de la comparsa. Ni contratarán un cocinero, como se hace habitualmente, sino que contratarán menús con alguna empresa de catering.

Con estas medidas y «mucho trabajo» consiguieron alcanzar los 82 componentes adultos, que era el mínimo que exigían los estatutos para darles de alta como nueva comparsa. «Ha sido muy complicado, pero la gente ha confiado en este proyecto nuevo y había ganas de pelear por conseguirlo», apunta su presidente.

Desde el principio tuvieron claro que debían ser cristianos ya que había 10 comparsas del bando moro y nueve de la cruz y no quedaba alternativa. En cuanto al nombre, después de estudiar varios nombres optaron por ser Navarros debido a que «ellos ayudaron a la reconquista de España y en muchas poblaciones había Navarros, pero en San Vicente no».

Así nació esta agrupación que, incluyendo a los niños, reúne a más de un centenar de miembros. «Nos sentimos superorgullosos de haber creado la comparsa», apunta su presidente, que presume de tener una agrupación «totalmente transparente y en la que cualquier componente puede hacer lo que haga falta». Aun así han tenido que nombrar una directiva que tiene a Jorge Alcaraz como vicepresidente y a Andrés Torregrosa como secretario.

También aclaran que los Navarros no han nacido restando miembros a otras comparsas pues sólo cuatro de los 82 socios pertenecían el año pasado a alguna filà, aunque muchos de ellos son exfesteros que llevaban años sin desfilar. Ahora, una vez constituidos oficialmente, «llega el momento duro, de pelear y repartir mucho la faena» e ir eligiendo a sus cargos.

Además, al poco de entrar en la fiesta a los Navarros se les plantea el reto de ostentar la alferecía del bando cristiano, que les corresponde para el año 2015.