Sentado al piano Julio empieza a tocar bajo las instrucciones de su profesor mientras sus compañeros le miran anonadados. La partitura la lleva en su mente, la ha memorizado de cabo a rabo y, con su forma de tocar, hace que los que están a su alrededor olviden que es ciego. Julio participa, junto con cuatro chavales invidentes y otros 90 alumnos, en el Campus nacional de verano Música Viva que por decimotercer año consecutivo organiza la Sociedad Musical La Paz de Sant Joan.

La música no entiende de discapacidad y así lo han demostrado durante esta semana todos los alumnos de este curso que se imparte en el Centro Espíritu Santo de la ONCE y que está abierto a todos los jóvenes que quieran mejorar su nivel de estudios musicales.

En total han participado casi 100 chavales de todas las edades y de niveles diferentes entre elemental, medio y superior. La mayoría vienen de la escuela elemental Maestro Climent y el centro profesional Vila de Sant Joan, aunque también han asistido otros llegados de Albacete, Murcia, Sevilla y Madrid. Precisamente de la capital española viene por segundo año Julio. Este joven de 18 años, nacido en Rumanía, empezó con sólo cinco años a tocar el piano.

«El único inconveniente es que tengo que aprender los compases de memoria», señala el alumno mientras sigue sentado al piano.

Asegura que ser invidente no le ha supuesto ningún problema para desarrollar esta destreza. Es más, quiere dedicarse a la enseñanza musical y para ello estudiará Historia y Ciencias de la Música.

«Los ciegos tienen una sensibilidad especial, ya que su oído está más desarrollado que el nuestro. He impartido clase a muchos jóvenes invidentes y, al tener que memorizar la partitura, ponen toda la atención en el sonido. Eso no les pasa al resto de alumnos. Hay grandes pianistas ciegos con un talento incomparable», explica Jesús Gómez, profesor del Conservatorio Superior de Música de Alicante y monitor de piano en el campus musical.

Jesús Gómez forma, junto con 17 monitores más, un equipo de élite de profesores del campus que imparten todas las disciplinas. Flauta, Oboe, Fagot, Clarinete, Saxofón, Trompeta, Trompa, Trombón, Tuba, Percusión, Violín, Viola y Violonchelo. De esta forma el centro Espíritu Santo se llena de ritmo. Los grupos salen a tocar al aire libre y, dando un paseo, uno pasa rápidamente de escuchar percusión, al sonido de cuerdas o la música de los instrumentos metales. Seis horas al día de práctica dan para mucho.

En el grupo de percusión suenan varias melodías, hasta que el profesor, Grati Murcia, timbalero solista de la orquesta del Palau de les Arts de Valencia, les propone una marcha mora y de repente los chavales empiezan a mover incluso los pies. Dicen estar felices con este campus, ya que además de mejorar su nivel y compartir con otros chicos su pasión por los instrumentos, tienen ratos para bañarse en la piscina y hacer deporte.

Referentes

Entre el profesorado destacan nombres como Ximo Vicedo, trombón solista de la Orquesta Sinfónica de RTVE, o Ángel Lasheras, trompa de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y uno de los padres del campus Música Viva. También imparten clase José Lozano, fagot solista de la Orquesta Sinfónica de Navarra, Ignacio Gascón, profesor de la Escola Superior de Música de Catalunya o Miguel Ángel Torres, trompeta solista de la Orquesta Sinfónica de Bilbao, entre otros músicos de referencia en la provincia de Alicante.

Hoy todos dirán adiós a esta edición para empezar a preparar la del próximo verano.