No habrá dragado del pantano de Tibi. Después de años buscando financiación en las diferentes administraciones sin éxito para que la presa pueda operar al 100%, almacenar la mayor cantidad posible de agua y aprovecharla en la huerta de l'Alacantí, los regantes descartan finalmente actuar sobre el vaso. El motivo es que no es rentable acometer el dragado por su alto coste económico -varios millones de euros-, por el problema que supone qué hacer con los lodos que se extraigan y por la mala calidad de las aguas que recoge.

El Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante, propietario de esta infraestructura hidráulica de más de 400 años de vida y la más antigua en funcionamiento de Europa, ha decidido desistir en esta reclamación tras varios estudios que han encargado en los últimos años.

La principal motivación era recuperar la capacidad original de la presa para poder aprovecharla para riego el agua. De esa forma no pasaría por ejemplo como en las últimas lluvias, con las que el pantano ha rebosado incapaz de retener más agua, acabando este caudal en la desembocadura del río Seco, en El Campello. Los lodos que cubren el fondo del pantano hacen que la profundidad haya pasado de 41 a 12 metros, y que su capacidad se haya reducido de 3,7 hectómetros cúbicos a apenas uno.

El presidente de esta comunidad de regantes radicada en Mutxamel, Francisco Vidal, explicó el pasado viernes que "el coste de dragar el pantano no compensa el caudal que ganaríamos, ya que la calidad de las aguas es muy mala. Tiene unos niveles de conductividad muy altos, ya que procede de depuradoras de la Foia de Castalla, al margen de las lluvias excepcionales". Destacó que las aguas del pantano tienen siempre una conductividad por encima de 2.000 microsiemens, de una gran salinidad que las hace poco recomendables para el riego y que al no haber aportes regulares de lluvia que mejoren su calidad, no son una solución para los comuneros.

Otro problema medioambiental que generaría la limpieza es qué hacer con los lodos, ya que se contactó con cementeras por si les interesaba su uso como combustible, al igual que hacen con los fangos de las depuradoras, que son incinerados para generar energía. Pero en este caso el tipo de lodos, diferente por su contenido arcilloso frente al alto poder calorífico del de las depuradoras, en los que hay gran presencia de materia orgánica, hace inviable esa solución.

Vidal recordó que ante la calidad que ofrece el agua del pantano y la inversión que requiere, prefieren el agua de la depuradora de Orgegia, y siguen esperando poder utilizar el caudal que desde hace dos años se tira al río Seco desde la depuradora de Sant Joan por la ausencia de una conducción que proyectó la Generalitat, y que por la crisis no se ha ejecutado. Los regantes urgen al Consell a que realice una inversión que ronda los 500.000 euros para evitar que toda esa agua, más de dos hectómetros cúbicos al año, se pierda en el río y no pueda ser aprovechada en la huerta. El alcalde de Mutxamel, Sebastián Cañadas, ha arrancado del vicepresidente del Consell, José Císcar el compromiso de presupuestar esta obra para 2014.

Del mismo modo en lo que sí que trabajan los regantes es en la limpieza de la pared de la presa, donde ha crecido una multitud de plantas que acentúan el deterioro de la estructura. Un equipo de técnicos de la Diputación acudió recientemente al pantano de Tibi para realizar un informe sobre esta problemática y el Sindicato está a la espera de los resultados para ver qué se puede hacer. Los comuneros también apuestan por poner en valor este enclave como atractivo turístico, mejorando los senderos, su accesibilidad y seguridad, así como la reforma de la Casa del Pantanet.

Del mismo modo las ayudas que anunció el Gobierno central en 2011 para la mejora del pantano y su entorno siguen bloqueadas y se han aplazado por la crisis hasta al menos el año próximo.