La cuarta protesta convocada por el Sindicato de Policías Locales -SPPLCV- por el incremento de la jornada laboral a los agentes de San Vicente del Raspeig derivó ayer, por tercera vez consecutiva, en el desalojo del pleno del Ayuntamiento. Debido a que la alcaldesa se encontraba en Fitur, esta vez fue el primer teniente de alcalde, Antonio Carbonell, quien dio la orden cuando los agentes aplaudieron al concejal de Hacienda y Personal, Manuel Marco.

Poco antes, un grupo de policías habían llevado a cabo una cacerolada en la plaza de la Comunidad Valenciana mostrando pancartas donde reclamaban de nuevo la dimisión del edil. Una mujer que resultó ser la mujer de Marco se aproximó a tomar fotos de los presentes, quienes le respondieron increpándola ya que afirmaron que se la había escuchado comentar que les fotografiaba para denunciarles. También el concejal de Esquerra Unida, Javier Martínez, le recriminó su actitud mientras que el portavoz socialista Rufino Selva expresó su sorpresa por lo que considera "una provocación". Manuel Marco replicó que las fotos que la mujer tomó eran "genéricas" y señaló que no descarta denunciar al representante del SPPLCV por "coacción" debido a que pidió a su mujer que se identificara vestido de paisano y sin estar de servicio.

Antes de iniciar el pleno Carbonell pidió "respeto" al público pues advirtió que no permitiría "ningún tipo de coacción" que impida que la labor de los concejales "se desarrolle libremente".

Cuando los policías aplaudieron a Marco, el edil del PP ordenó el desalojo de todos los presentes en el salón salvo los políticos y periodistas. Esta vez los concejales de la oposición no abandonaron como en las dos ocasiones anteriores pero lamentaron la expulsión "indiscriminada" de todos los presentes en el salón y pidieron al equipo de Gobierno que recomponga sus relaciones con los policías. El SPPLCV se opone a la prolongación de la jornada laboral para los policías que fue acordada por el equipo de gobierno con otros sindicatos en aplicación del decreto de Rajoy que afecta a todos los funcionarios. El motivo del rechazo es que alegan que los agentes ya cumplían con el horario antes incluso de la aprobación del decreto.

El pleno de ayer no contenía propuestas del equipo de gobierno y se rechazaron casi todas las mociones de la oposición, salvo una del PSOE sobre la apertura de una oficina del Servef que se negociará. El PP denegó otra de EU reclamando la aprobación del Reglamento de Participación Ciudadana. Ante las críticas de este grupo y del PSOE por su retraso, José Juan Zaplana reconoció que lo lleva "madurando" cinco años pero indicó que se aprobará cuando considere que está "suficientemente consensuado".