La juez de guardia de Alicante autorizó ayer el registro del establecimiento Modaitalia precintado el martes por la Policía tras la denuncia por presunta estafa contra el dueño de la firma interpuesta por proveedores a los que adeuda alrededor de tres millones de euros.

A media mañana de ayer, la juez acudió al comercio -situado en la CN-332, en Sant Joan- para proceder a una primera inspección en la que estuvo presente el contable de la empresa que fue trasladado desde comisaría donde permanecía detenido desde el martes junto con el encargado de la tienda. Está previsto que ambos podrían pasar hoy a disposición judicial.

Mientras continúa la investigación, L. C., el cerebro italiano de la presunta estafa, seguía ayer en paradero desconocido junto a su mujer y un sobrino, M. C., que aparecía como gerente del negocio en el que muchos productos se vendían a 10 euros o a mitad de precio. La tienda solo llevaba dos meses abierta en un local alquilado de 2.900 m2.

El manual seguido por los estafadores ha sido el del timo del Nazareno, tal y como confirmaron fuentes policiales. Primero se ganaron la confianza de los distribuidores dando una imagen de sobrada solvencia que se desmoronó conforme han ido venciendo los pagos y los cheques, letras y pagarés han ido siendo devueltos sistemáticamente por las numerosas entidades con las que han ido operando. La crisis y la necesidad de vender de muchos proveedores ha favorecido que la estafa haya sido mayor. Hay casos verdaderamente sangrantes con impagos de 50.000, 70.000, 300.000 y hasta de 400.000 euros en mercancía, principalmente de ropa y complementos de marcas muy conocidas que, no está en la tienda y tampoco se ha vendido allí.

La mayoría sospecha que ha sido trasladada a otros lugares, incluso fuera de España, para venderla en el mercado negro. Fuentes policiales aseguraron ayer que los presuntos estafadores también se habrían llevado coches de lujo que tenían alquilados.

Los proveedores afectados que aún no habían denunciado lo fueron haciendo ayer y están a la espera de que el juez les permita sacar la mercancía, a aquellos que aún la tengan en la tienda.