Más vale tarde que nunca. La Conselleria de Infraestructuras ha decidido, casi un año después de suprimir la mayoría de zonas de adelantamiento de la CV-800 entre Mutxamel y Xixona, reponer una buena parte de ellas. La administración autonómica rectifica así la medida que tomó en enero tras las numerosas quejas por parte de vecinos, empresas y el propio Ayuntamiento, quienes constataron que la circulación por la carretera, ya de por sí complicada, se ha agravado desde entonces.

El alcalde xixonenc, el socialista Ferran Verdú, afirmó que hace unas semanas mantuvo una reunión con el director general de Obras Públicas, Vicente Dómine, quien mostró su total disposición por cambiar la situación actual: "Hay un compromiso por parte de la Conselleria de mejorar el trazado e introducir más zonas de adelantamiento".

El primer edil avanzó que será en enero o febrero cuando Infraestructuras lleve a cabo esta actuación, muy necesaria dados los riesgos que hay actualmente para los conductores, que apenas cuentan con tres puntos donde adelantar en doce kilómetros de carretera. "Se puede seguir así, pero no es conveniente, el trazado es muy malo y el riesgo demasiado alto, tener tan pocas zonas de adelantamiento es perjudicial", añadió Verdú.

Lo que sí deberá esperar, y ya son cinco años, será el desdoblamiento de la CV-800, ya que la Generalitat ha vuelto a dejar fuera de los presupuestos autonómicos el proyecto, que lleva sobre la mesa desde que en 2007 se comprometiera a ejecutarlo.

Pese a ello, el alcalde se mostró comprensivo con la "eliminación" de esta importante infraestructura, que achaca directamente a la crisis: "Una gran actuación como esta requiere de una partida específica, que en los tiempos actuales no se puede acometer, habrá que esperar a cuando haya viabilidad económica".

También se queda fuera de los planes del Consell dar una solución a la Revolta de la Paella, punto muy peligroso situado a menos de 500 metros de Xixona y que consta de dos curvas seguidas de 180 grados cada una donde no es infrecuente que se produzcan accidentes. "En esa zona hay que hacer un trazado nuevo que llegue hasta la zona del polideportivo y hay que ver cómo facilitar el entronque", resaltó.

Tráfico pesado

La carretera entre Xixona y Mutxamel soporta un elevado tráfico de vehículos pesados al ser la localidad turronera un núcleo industrial vital en la provincia, además de contar con la planta de basuras de Piedra Negra, de la que entran y salen camiones con residuos continuamente.

A esto hay que sumar la fábrica de Ausonia, con cientos de trabajadores que circulan cada día por la muy transitada carretera.

Además de en el trayecto entre ambas poblaciones, en el tramo entre Xixona y La Sarga, pasando La Carrasqueta hasta enlazar con la autovía de Alcoy, la Conselleria suprimió más de 40 zonas de adelantamiento y dejó un único punto en 16 kilómetros.

Esta actuación llevó a vecinos a pintar líneas discontinuas en algunos tramos para poder acceder a caminos rurales, ya que sino se veían obligados a recorrer varios kilómetros para poder cambiar de sentido. No obstante, Infraestructuras atajó estas acciones "espontáneas" y repintó las líneas alteradas para que volvieran a ser continuas.