El número de personas sin recursos que acuden a Cáritas de Mutxamel buscando ayuda crece a un ritmo desconocido hasta ahora en el municipio. Cada semana, la entidad reparte una media de 20 lotes de alimentos no perecederos, vales para la carnicería, bolsas de ropa y abona medicamentos y facturas de luz y agua a quienes están al borde de la exclusión social.

Toda esta ayuda representa más de 1.000 euros al mes que, si nada ni nadie lo remedia, no se podrá mantener teniendo en cuenta que las aportaciones que reciben de socios, particulares y empresas se han visto reducidas sensiblemente, dado que las dificultades económicas afectan a más gente. Sin embargo, los responsables de esta entidad dependiente de la parroquia mutxamelera de El Salvador, entienden que quienes acuden a Cáritas lo hacen porque tienen necesidades graves por lo que, por primera vez, se plantean recurrir a organismos con mayores medios como es el caso de Cruz Roja.

"Nunca hasta ahora hemos necesitado acudir a Cruz Roja o al Banco de Alimentos para poder hacer frente a las necesidades que nos surgían, pero desde hace tres años vamos ahogados y en este momento no damos abasto", explica la presidenta de Cáritas Mutxamel, Mari Carmen Doménech, tras destacar que durante los últimos meses han podido sobrevivir gracias a una aportación de 3.000 euros en alimentos que realizó una familia.

En este sentido, subraya que si bien la contribución con alimentos que realizan particulares y empresas son muy importantes, también lo son los donativos en metálico que luego se convierten en vales para la carnicería y en el pago de facturas a personas a las que, de no ser por este apoyo, les cortarían la luz y el agua. "Hay familias, sobre todo las que tienen niños, que no pueden comer solo a base de arroz y legumbres, también tienen que comer carne. Con estos vales de 15 y 20 euros les da para comprar un kilo de chuletas de cerdo, carne para guisos y algo de entrremeses para los bocadillos de los pequeños", explica Doménech.

Respecto a los destinatarios de los lotes, la presidenta de Cáritas Mutxamel, explica que hay familias que llevan mucho tiempo recibiendo ayuda "pero si la siguen necesitando no les podemos dejar". Los que más acuden son inmigrantes magrebíes y personas de raza gitana si bien saben de casos de familia del pueblo que pese a necesitar ayuda no suelen pedirla y recurren a la familia o a allegados.

Próxima campaña de Navidad

La entidad parroquial confía en que la ayuda que reciba de la recolecta especial de Navidad que se hace entre los colegios y los vecinos del municipio servirá para remontar la situación. "Hasta entonces no sé como nos vamos a ir apañando", indica Doménech.

Todos aquellos que quieran realizar aportaciones de alimentos se pueden poner en contacto con la parroquia. Asimismo, en la iglesia existe un buzón en el que se pueden depositar donativos de forma anónima.