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Las cuentas de la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda de Mutxamel (Ensuvim) entrarán en número rojos en octubre, por lo que si nadie ni nada lo remedia este mes de septiembre será el último que se podrán abonar los salarios de los trabajadores de los cuatro trabajadores de la entidad pública y de los alrededor de 60 empleados incluidos en el Plan de Emergencia Social para personas en desempleo que puso en marcha el anterior gobierno socialista y que se iba a financiar precisamente con 200.000 euros de beneficios obtenidos por la entidad pública, según el balance que presentó la entidad antes de las elecciones de mayo. Esta cuantía finalmente no ha sido suficiente para costear el citado plan de emergencia y si no llega liquidez la empresa tendrá un déficit de 15.000 euros el próximo mes de octubre, en noviembre los números rojos se incrementarán a 40.000 euros y a final de año acumularía 80.000 euros de pérdidas, según la previsión que se presentó ayer al nuevo consejo de administración de Ensuvim en su primera reunión de trabajo tras el cambio de gobierno local.

La situación contable que allí se expuso no puede ser más crítica. No hay dinero y la viabilidad de este órgano que se creó para dinamizar, tramitar y ejecutar proyectos urbanísticos para el Ayuntamiento y también para agentes externos por los que obtendría un beneficio es del todo incierta. El consejo -integrado por seis ediles del PP, tres de la oposición municipal que se reparten PSOE, EU y Gent d'Ací, y dos miembros externos- solicitó ayer al director técnico de la empresa que elabore en los próximos días un plan para ejecutar posibles actuaciones con las que conseguir ingresos de forma rápida. "Hay que buscar financiación lo antes posible", explicó ayer el alcalde de Mutxamel y presidente del consejo de Ensuvim, Sebastián Cañadas. Existen algunas fórmulas posibles, entre ellas que se tenga que recurrir a las facturas que tiene pendiente de abonar el aeródromo correspondientes a los trabajos del Plan Especial del Aeródromo que ejecutó la empresa municipal.

"La anterior presidenta -la alcaldesa socialista Asunción Llorens- perseguía lo que perseguía con el plan de emergencia social aunque sabía que una actuación así era inviable y menos contratando a 98 personas", subrayó Cañadas antes de lamentar que "un órgano que podría ser ágil, dinamizador y generador de recursos y empleo lo hayan dejado en quiebra".

Ya en agosto, se despidió a nueve trabajadores para aliviar el gasto de la empresa municipal, un número que no llegaba al 10% del total para evitar que la medida se planteara como un Expediente de Regulación de Empleo, según explicó ayer el concejal de Urbanismo, José Antonio Bermejo, quien insistió en la necesidad de que Ensuvim acometa proyectos para ser autosuficiente a nivel económico. "El Ayuntamiento no está para rescates sino para que le rescaten a él", añadió.