Un vecino de Alcoy, Ángel Sánchez, de sesenta años de edad, falleció en la madrugada de ayer cuando se encontraba pescando en un espigón situado junto a la desembocadura del río Seco, en El Campello. Al parecer la causa de la muerte pudo ser un golpe en la cabeza con alguna de las piedras de la escollera, según informaron ayer diversas fuentes a este diario.

La víctima, aficionado a la pesca, residía en Alcoy y se encontraba veraneando en El Campello, según explicaron sus familiares mientras esperaban a que se procediera al levantamiento del cadáver. Anteayer estuvo paseando por la zona del Carrerlamar y el río Seco y, al observar que había varias personas con caña en el citado espigón, le comentó a su esposa, María Teresa, su deseo de probar suerte en este lugar.

Así lo hizo por la noche. José Tomás Pastor, un vecino de la localidad que también estuvo pescando, relató a este diario que permaneció en el espigón hasta las doce y cuarto y que "había un poco de levechito, pero el agua estaba bien". No parece, por tanto, que el accidente tuviera que ver con un golpe de mar. Pastor relató que él se situó más hacia tierra y que "un hombre con camiseta blanca", como la que llevaba Ángel Sánchez, se quedó cerca de la punta cuando él se marchó.

Mientras, María Teresa habló por teléfono con su esposo sobre la media noche. Pero, sobre las cuatro de la madrugada se despertó y lo llamó al móvil, pero Ángel Sánchez ya no le respondió.

Preocupada por la espera, salió a buscarlo y sobre las nueve de la mañana lo encontró en el espigón. La mujer relató que al verlo muerto comenzó a gritar y que una pareja acudió en su ayuda y alertó a los servicios de emergencia. También lamentó que un desaprensivo le hubiera indicado que había visto a un hombre muerto y se marchara sin prestar auxilio. El cadáver presentaba una brecha en la cabeza, lo que hace suponer que pudo tropezar o resbalar y golpearse. Al parecer no se encontraron signos de violencia, aunque será la autopsia la que determine la causa del fallecimiento.

Al lugar acudieron agentes de la Policía Local, la Guardia Civil, los socorristas de El Campello. También se desplazó una unidad del SAMU, aunque no se pudo hacer nada pues el hombre ya había fallecido.

Cuando la juez decretó el levantamiento del cadáver, los socorristas lo evacuaron con una lancha hasta el Club Náutico de El Campello dada la dificultad para trasladarlo con la camilla saltando por las piedras del espigón. Desde allí se lo llevaron para practicarle la autopsia.