Las obras de demolición del antigo Ayuntamiento, que lleva a cabo la Conselleria de Infraestructuras, se han acelerado en la última semana y ya queda prácticamente sólo en pie la fachada principal, con la antigua arcada, que se preservará e integrará en el nuevo edificio.

Las obras se iniciaron el pasado mes de febrero con el derribo de la parte interior del inmueble, que data del año 1886, aunque a lo largo de sus 125 años de historia ha registrado ampliaciones. El edificio se estuvo utilizando hasta que se inauguró el nuevo Consistorio de la plaza de la Comunidad Valenciana en el mes de mayo del año pasado.

Desde que comenzaron, los trabajos se estuvieron desarrollando en la zona menos visible, hasta que la pasada semana se reactivaron y desde entonces se han estado demoliendo el tejado y la mayor parte del lateral que recae hacia la calle Salamanca.

Durante esta última fase del derribo una de las máquinas realizó un amplio boquete en una pared medianera que da a una cafetería de la calle Mayor, sin que se produjeran daños personales ya que la cocina del establecimiento -que fue donde se produjo el orificio- se encontraba en ese momento vacía afortunadamente. Los operarios repararon en poco tiempo los daños y el establecimiento tiene ya reabiertas sus puertas.

Mientras, ayer todavía continuaban los trabajos para demoler la vieja Casa Consistorial. Los materiales se acumulaban en la parte delantera del solar y un operario controlaba la circulación de los peatones por el estrecho paso de la calle Salamanca, con el fin de evitar riesgos con los escombros que se estaban extrayendo.

La fachada frontal, de estilo neoclásico, ha sido apuntalada para preservar la zona de los arcos de sillería, así como los balcones desde donde se han realizado actos como los pregones de las fiestas. Este año se han trasladado al nuevo Consistorio aunque la idea es que vuelvan al lugar tradicional.

Cuando concluya la demolición se realizarán comprobaciones del estado del suelo antes de comenzar la construcción del nuevo inmueble, indicaron ayer fuentes municipales.

Las obras en el antiguo Ayuntamiento cuentan con una subvención de 1,9 millones de euros del Plan Confianza de la Generalitat y están siendo ejecutadas por la empresa Cyes.

El objetivo de esta actuación es conseguir un edificio más accesible ya que el antiguo Ayuntamiento estaba formado por tres edificios anexos que, debido a su estructura y a su antigüedad, no permitían la instalación de ascensores. Además, la escalinata de la parte delantera dificultaba el acceso a personas con movilidad reducida.

Estas barreras arquitectónicas se solucionan con la reforma y se habilita una nueva entrada al edificio por el lateral, eliminando los escalones, ya que la entrada al edificio se situará a la altura de la plaza de España.

La alcaldesa prevé destinar el edifico reformado a actos de tipo institucional y protocolario para que la plaza de España no pierda su carácter de lugar de referencia en San Vicente. Además, se estudia otorgar al edificio otros usos festeros y socioculturales, aunque todavía no se ha concretado.