La Audiencia ha condenado a penas que suman cuatro años y nueve meses de prisión a un alemán acusado de abusos sexuales a dos menores de edad, a los que invitaba a bañarse a su piscina y con quienes llegó a hacer vídeos de carácter pornográfico. Los hechos ocurrieron en el verano de 2002 en el chalé del acusado, un alemán de 74 años, en el término de Sant Joan. Los pequeños tenían 9 y 14 años de edad e iban a la casa a bañarse en la piscina. Allí, tras ganarse su voluntad y su silencio con regalos, el acusado les hizo tocamientos, les invitaba a participar en juegos en los que debían tocarle a él y llegó a grabarles en vídeo mientras se masturbaban.

La sentencia se ha basado en las declaraciones de los menores que confirmaron los abusos durante el juicio, así como en el hecho de que en casa del acusado se encontrara pornografía infantil. Entre estos archivos, había dos vídeos de las víctimas masturbándose, un material que la Audiencia considera como "pornográfico".

La condena ha sido inferior a los 16 años y seis meses de prisión que pidió la Fiscalía, ya que ha sido exculpado de parte de los delitos y se aplica una atenuante de dilaciones indebidas, ya que los retrasos se debieron al colapso del organismo que tenía que evaluar a los niños.

En la época en la que ocurrieron los hechos, el Código Penal marcaba la edad de 13 años como la barrera a partir de la cual un menor de edad puede tener relaciones sexuales sin que sea delito. La Audiencia le ha aplicado el anterior Código Penal y le absuelve de uno de los supuestos abusos a los dos menores. El fallo dice que la víctima aceptó la situación por su escasa información y por los regalos que recibía, considerando consentidas esas relaciones.

La Audiencia ha descartado condenar al acusado por la declaración del otro menor en el juicio, que dijo que un día le obligó a hacerle una felación. Los magistrados subrayan que no dudan de su credibilidad pero que la víctima no había mencionado ese hecho hasta ahora y que, por tanto, carece de eficacia como prueba al tratarse de recuerdos traumáticos de un niño de 9 años. El fallo le condena por un delito continuado de abuso sexual y dos delitos de pornografía infantil por los vídeos a los dos menores.

La defensa recurre el fallo ante el Supremo

El abogado de la defensa, Enrique Botella, ha interpuesto un recurso ante el Tribunal Supremo contra esta resolución, según confirmaron fuentes cercanas al caso. El letrado se basa en que se ha vulnerado el principio de presunción de inocencia, ya que, la condena se ha basado en la declaración de los dos menores y ésta ha estado plagada de contradicciones. La defensa atribuye la denuncia a un problema que tuvieron las familias de los pequeños con el acusado a cuenta de las obras de un muro. El procesado se acogió a su derecho a no declarar durante el juicio, alegando que había tenido un problema cardiaco y no podía soportar la tensión del interrogatorio. J. A. M.