Medidas urgentes. La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del colegio Sagrada Familia de Xixona ha denunciado el riesgo que supone el edificio que actualmente alberga el comedor y el gimnasio del centro, que está plagado de grietas y no se puede reparar pese a lo que la Conselleria de Educación demora su derribo. En la misma situación está el Ayuntamiento, que lamenta la inacción y pasividad de Educación. Los padres advierten que las grietas están aumentando, por lo que temen que pueda pasar algún accidente si no se pone remedio ya a la situación en la se ven sus hijos todos los días. En el comedor almuerzan unos 75 niños y en el gimnasio se ejercitan los 170 alumnos del centro.

Desde la Ampa denuncian que la Conselleria no actúa ni contesta a sus cartas. La última la remitieron el pasado 22 de marzo y en ella instan a adoptar "medidas urgentes y necesarias" ante la situación de este edificio, "tan preocupante y peligrosa tanto para nosotros como para los padres". En el escrito explican que en varias reuniones del presente curso así con en el Consejo Escolar Municipal "se ha manifestado por parte de esta asociación la preocupación por el estado general del edificio del comedor y gimnasio, y del retraso en la ejecución del proyecto. El pasado mes de diciembre tuvimos una reunión con el director territorial de Educación y nos dijo que pronto tendríamos noticias".

A pesar de ello no saben nada del proyecto de derribo y de construcción de un nuevo edificio, y advierten que "observamos que las grietas que presenta el edificio del comedor y gimnasio no están estabilizadas y van aumentando", sin que hayan recibido contestación de los escritos remitidos a Educación, tanto a Valencia como a Alicante, sobre esta situación, a pesar de que también han enviado fotografías y un informe sobre las fisuras.

Desde la Ampa del Sagrada Familia destacan que pese "a la importancia de la seguridad de toda persona que entra en estos edificio y en especial por la seguridad de nuestros hijos e hijas", ningún técnico de la Conselleria ha visitado el centro para controlar las grietas, mientras que el Ayuntamiento ha intensificado su vigilancia desde el mes de enero.

Por su parte la edil de Educación, María Teresa Carbonell, explicó ayer que "desde el primer día estamos controlando las grietas, que aún no suponen un peligro, pero es evidente que este edificio no durará mucho. Hay que echarlo abajo, ya que no tiene otra solución, pero es necesario hacerlo ya y construir otro nuevo porque está lleno de grietas y cuando se detecte que hay peligro habrá que cerrarlo. Por eso es necesario hacer la obra este verano, y que no afecte así al curso, pero la Conselleria de Educación tiene muy poca educación. Llevo un año esperando para que me den cita con la directora de Régimen Económico, de quien depende que se haga la obra, sin obtener respuesta".

Carbonell recordó que el Ayuntamiento ya realizó una pequeña obra en este inmueble ante el peligro que presentaba una zona del mismo, "pero ahora lo que hay que hacer es construir un nuevo edificio, y eso es competencia y responsabilidad de Educación. Hace cuatro años prometían inversiones en todos los colegios de Xixona y no han hecho nada a pesar de las deficiencias que existen".

Los informes sobre el inmueble revelan daños estructurales en el edificio, grietas y fisuras que hacen que no se pueda reparar y se deba derribar para construir uno nuevo.

Escolares entre fisuras en un edificio de 45 años

Tanto el interior como el exterior del edificio está lleno de grietas, en las que se han puesto testigos para verificar si crecen. Entre ellas comen y practican educación física los escolares. El inmueble es el antiguo colegio, construido a finales de los años 60, y que pasó a convertirse en gimnasio a mediados de los años 80, cuando se construyó el edificio donde se imparten actualmente las clases.